Propuestas para el cambio docente en la universidad
La institución universitaria vive hoy, con una peculiar intensidad, la tensión entre inercias y rutinas académicas centenarias y la aparición de nuevos paradigmas, en un contexto de innovación y cambio en los sistemas de Educación Superior. Las universidades, efectivamente, desde la consideración de valiosos y significativos elementos de su pasado, se han de abrir a los nuevos retos que plantea la situación de las sociedades europeas, inmersas en un proceso de transición hacia una nueva etapa de su historia. Así lo entendieron los Ministros de Educación de la Unión Europea al afirmar que debemos considerar «la necesidad de incrementar la competitividad y equilibrarla con el objetivo de mejorar las características sociales del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), con vistas a reforzar la cohesión social y reducir las desigualdades sociales y de sexo, tanto en el ámbito nacional como en el europeo» (Declaración de Berlín, septiembre 2003).
En el marco de este objetivo, resulta inevitable la pregunta sobre lo que la sociedad puede y debe esperar de los universitarios, tanto a nivel institucional como personal y colectivo. Una mirada serena al pasado más reciente de la universidad española permite afirmar que la actual situación, marcada por la creación y adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, es una ocasión para incrementar la dimensión europea de las enseñanzas, desde la estructura de las titulaciones y los planes de estudios hasta la orientación misma de la docencia universitaria, más centrada en los aprendizajes del alumnado y no exclusivamente en la transmisión del saber por parte del profesorado...