B. Barcelona. Biblioteca de Catalunya, Ms. 152, fols. 6v-8v; 14v-16r. Finales siglo XIV.
C. Valencia. Biblioteca Universitaria, Ms. 212, fols. 7r-9v. Antes de 1418.
D. París. Bibliothèque Nationale, Ms. esp. 13. Principio siglo XV, antes de 1431.
E. Barcelona. Biblioteca de Catalunya, Ms. 487, fols. 104r-v,108rv,115r-116v. Mediados siglo XV. Copia de Joan Francesc.
F. Madrid. Biblioteca Nacional, Ms. 1814. Finales siglo XV. Versión aragonesa.
G. Barcelona. Biblioteca Universitaria, Ms.741, fols. 250v-251r. Copia ca. 1500. Versión latino-catalana de fray Esteve Rollà.
H. Vic. Museo Episcopal, Ms.225, fols.3-8. Año 1599. Copia de Jeroni Pujades.
I. Barcelona, Archivo de Sant Pere de les Puel·les, Crónicas, núm. 1. Finales siglo XVI-1610. Este texto es una copia de K.
J. Barcelona, Archivo Municipal de Historia de Barcelona. Marià Aguiló, núm. 1634. Siglo XVIII.
K. Colección privada, localización del original desconocida; se conserva un ejemplar repografiado en el Archivo de Sant Pere de les Puel·les. Siglo XV.
Transcribo de B.
20. De cómo Luis el Piadoso, hijo de Carlomagno, dotó al monasterio de Sant Pere de Barcelona de mujeres monjas
Después de esto el anteriormente nombrado Luis, hijo de Carlomagno, donó la fortaleza en donde había instalado inicialmente el asedio, que estaba un poco alejada de la ciudad de Barcelona. Dotó allí un bello monasterio de mujeres monjas e hizo un altar en honor de San Pedro de Roma, porque su padre era el emperador. Las monjas tenían que servir al monasterio y también a la capilla de San Saturnino, que se encontraba cerca. Y por amor de todo ello, el dicho Luis donó a las monjas y al monasterio gran parte de terreno alrededor de la fortaleza y de aquella pequeña colina, y mucha tierra en el llano, hasta la puerta de dicha ciudad, cerca de lo que ahora es la plaza del trigo. Y cuando el dicho Luis, hijo de Carlomagno, tuvo la ciudad de Barcelona restablecida y reorganizada, y el monasterio de Sant Pere dotado, y nombradas abadesa y monjas, les dio mucha tierra de la que pudieran vivir bien. Y regresó a Francia, y cuando estuvo ante Carlomagno, le explicó la conquista que había realizado y todo aquello que había ordenado en la ciudad de Barcelona, y cómo había ahuyentado a todos los sarracenos de la tierra y la había poblado con cristianos. Y al escucharlo, Carlomagno se alegró mucho y estuvo satisfecho y contento de que su hijo Luis hiciera tan bien su trabajo. Y así Carlomagno reinó como emperador de Roma y rey de Francia 49 años y 9 meses. Y después murió, y le fue dada sepultura en el monasterio de San Dionisio, cuando era abad san Gil.
21. De la Bovària y del lugar donde estaban los bueyes y el ganado del monasterio de Sant Pere de Barcelona
Debéis saber que cerca del monasterio de Sant Pere, durante mucho tiempo, se hizo construir en medio del llano, hacia la puerta de la ciudad de Barcelona, una muy bella torre en forma de fortaleza, es decir, con casas alrededor. Y aquí tenían a los bueyes y el ganado menor, porque a menudo los sarracenos de Mallorca hacían destruir tierra santa, tomaban y capturaban a muchos cristianos, y también se llevaban el ganado. Por ello se construyó aquí esta fortaleza, para que se refugiaran aquellos que labraban en el llano y tuvieran aquí protección. Y se conocía esta torre como la Bovària de Sant Pere, porque había los bueyes del dicho monasterio. Y después de construirse dicha torre, //(fol.8v) se fue poblando, tal y como ahora se puede ver, y se le llama Bòria.
50. Cómo Borrell, conde de Barcelona, tuvo batalla con los sarracenos y murió, así como mucha otra gente, y fue tomada la ciudad de Barcelona por los sarracenos
Con firmeza, Borrell mantuvo en paz los condados de Barcelona y Urgell; tomó mujer y tuvo con ella tres hijos y una hija. El primer hijo llevaba por nombre Ramón Borrell; el segundo, Bernat, el tercero, Ermengol, y a la hija la llamaron Bonadona. Y al cabo de un tiempo vinieron hacia la ciudad de Barcelona sarracenos de Mallorca, de Tortosa, de Lleida y de toda la tierra. Y aquel año se sufrió muy duramente, debido al hambre y a la peste. Y los sarracenos de Mallorca se llevaron a la abadesa de Sant Pere, que se llamaba Madruí, junto a todas las monjas, que //(fol.15r) fueron heridas y presas juntamente con todos los documentos, libros y ropa que encontraron. Después, quemaron el monasterio, y sólo quedaron de él las paredes. Y por voluntad y ocurrencia de Dios, Borrell, conde de Barcelona, obtuvo la ayuda y el socorro de sus amigos, y todos juntos expulsaron a los sarracenos de la ciudad de Barcelona. Y los sarracenos de Mallorca se replegaron con el botín que habían tomado, y se fueron. [...]
52. De Ramón Borrell, conde de Barcelona, que hizo consagrar a su hermana abadesa del monasterio de Sant Pere
//(fol.15v) Después del padre Borrell, fue conde de Barcelona su hijo Ramón Borrell, quien hizo consagrar como abadesa de Sant Pere a su hermana, Bonadona, también hija de Borrell, y con gran honor. Y el dicho Ramón Borrell, conde de Barcelona, restituyó documentalmente el monasterio, con todas las tierras y posesiones que les había dado Luis, hijo de Carlomagno, rey de Francia y emperador de Roma, al tomar la ciudad de Barcelona y expulsar a los sarracenos, y que pudieron recordar y saber por la gente antigua. Y esto fue en el año de Nuestro Señor 976.
53. De cómo Madruí, abadesa del monasterio de Sant Pere de Barcelona, volvió de Mallorca
Ahora debéis conocer cómo volvió Madruí, la abadesa del monasterio de Sant Pere que se llevaron a Mallorca los sarracenos cuando tomaron Barcelona. Al cabo de un tiempo, sucedió que un pariente suyo la reconoció estando ella en Mallorca cautiva, y le dijo que cuando él volviera a Barcelona, secretamente, la sacaría de la isla. Madruí quedó muy satisfecha con la promesa que le hizo su pariente. Y éste, cuando tenía que volver a Barcelona, recordó lo que había prometido y pensó cómo la podría sacar sin ser acusado por el señor rey de Mallorca, y sin que esto le comportara ningún daño. Y se le ocurrió, y Dios así lo quiso, que podían ponerla en un saco de algodón y ocultarla, con tal ingenio que pudo escaparse. Y después la recogió con un barco, juntamente con otros sacos de algodón. Y cuando su señor la echó en falta, la hizo buscar por toda la tierra y no la encontró. Después, hizo registrar el barco que debía volver a Barcelona y no encontraron nada. Y también //(fol.16r) registraron las cajas de los mercaderes por si la habían puesto allí, y no encontraron nada. Y después, cogieron una asta de hierro y la clavaron por los sacos de algodón, de modo que la hirieron en cuatro o cinco lugares, y ella no dijo palabra por tal de que no la encontraran. Y como no la encontraron, los sarracenos y los guardias que vigilaban la ribera marcharon del barco. Después, aquel hombre, el pariente de Madruí, le preguntó cómo estaba, y ella respondió que estaba herida y que perdía mucha sangre. Y tan pronto como el barco salió de la isla, sacaron a Madruí del saco de algodón y la cuidaron tan bien como pudieron. Y cuando llegaron a Barcelona, la condujeron al monasterio de Sant Pere, y las mujeres del monasterio tuvieron gran júbilo, porque la dicha Madruí había sido la primera abadesa de aquel monasterio y la gente de la tierra hablaba muy bien de ella. Y Madruí, después de haber permanecido allí un día, encontró el monasterio todo cambiado y no reconoció a casi ninguna monja. Y la abadesa de Sant Pere, Bonadona, hija de Borrell, conde de Barcelona, al saber que aquella santa mujer Madruí había sido abadesa de aquel monasterio, quiso abandonarlo y cederle el cargo abacial. Pero ella no lo quiso, porque ésta era hija del conde y de honrado linaje. Y Bonadona libró a Madruí una habitación donde pudiera alojarse, y la cuidaron muy bien. Y cuando estuvo reforzada, les mostró todas las pertenencias y rentas del monasterio de Sant Pere, y al cabo de seis meses de haber llegado murió, a causa de las heridas que no habían curado bien. Y su alma la llevaron los ángeles al paraíso, y fue muy llorada por toda la gente de la tierra. Y el cuerpo de la dicha mujer reposa en la puerta de la iglesia que mira al norte, a mano izquierda según se entra en la iglesia, y su sarcófago no se permite cubrir con losa ni con arcada. Y esto se hace así por voluntad de Nuestro Señor Jesucristo, que por ella hace aquí muchos milagros y virtudes. Y esto fue en el año de Nuestro Señor 979.
20. Com Lodovich, fill de Carles, dotà lo monestir de Sant Pere de Barchinona de dones monges.
Puys aprés d'assò damunt dit, Lodovich, fill de Carles Maynes, donà la dita força qui era lluny I poch //(fol.8r) de la ciutat de Barchinona, ço és, llà hon ell posà lo setge primerament. E dotà aquí I bell monastir de dones monges e aquí féu altar a honor de Sant Pere de Roma, per ço com son pare n'era emperador, les quals monges deguessen servir lo dit monastir e encara la capella de Sant Sadorní qui era aquí pres. E per amor d'açò lo dit Lodovich donà a les dites monges e al monastir gran partida en gir e entorn de la força e del puget aquell e en lo pla molta terra, ço és, fins al portal de la dita ciutat prop lo qual ara és la plassa del forment. E quant lo dit Lodovich, fill de Carles Maynes, hac la dita ciutat de Barchinona partida e·stablida, e lo dit monastir de Sant Pere dotat, e feytes monges e abbadessa, els hac donada assats terra de què podien bé viure, sí se’n tornà a França. E quant fou davant son pare Carles Maynes sí li comptà la conquesta que havia feyta e tot ço que havia ordonat en la ciutat de Barchinona e com havia gitats tots los serrahïns de la terra e la havia poblada de crestians. E com Carles hoy açò, sí·n fou molt alegra e pagat e hac gran plaer com tan bé fahia ses fahenes son fill Lodovich. Adonchs Carles Maynes regnà emperador de Roma e rey de França XLIX anys e IX mesos e puys morí; lo qual fou sebollit en lo monastir de Sant Dionís. E en aquell temps era Sant Gili abbat del dit monastir.
21. De la Bovària e del loch hon staven los bous e·l bestiar del monastir de Sant Pere de Barchinona.
Devets saber que·l monastir de Sant Pere s'i féu fer per temps al mig del pla, envers lo portal de la ciutat de Barchinona, una molt bella torra en manera de força, ço és, ab cases entorn. E aquí tenien los bous e·l bestiar menut per ço com los serrahïns de Mallorcha fahien sovín destruí terra sancta aquí, e prenien e cativaven molts cristians, e encara lo bestiar que se’n menaven. E per ço fou aquí feyta la dita força, que s'i recullissen aquells qui leuraven en lo pla e haguessen aquí recobre. E dehia hom a la dita torra la Bovària de Sant Pere, per ço com hi·staven los bous del dit monastir. E quant la dita torra fou feita //(fol.8v) sí·s poblà per temps segons que hom pot ara veher e diu-li hom Bòria.
50. Com en Borrell, compte de Barchinona, hac bataylla ab serrahïns e morí e gran multitut de gents e fou presa la ciutat de Barchinona per serrahïns.
En Borrell tench lo comtat de Barchinona e d'Urgell poderosament en pau. Pres muller e hac-ne III fills e una filla. Lo primer hac nom Ramon Borrell, lo segon hac nom Bernat, el terç Ermangol e la filla hac nom na Bonadona. E a cap de temps vengren serrahïns de Mallorcha e de Tortosa e de Leyda e de tota la terra en la ciutat de Barchinona. E fou molt dura pestilència e fam en aquell any. Els dits serrahïns de Mallorcha se amanaren la abadessa de Sant Pere, la qual havia nom Madruy, ab totes les monges, qui //(fol.15r) naffrades, qui preses e totes les cartas e libres e roba e tot ço qu·y atrobaren. Puys cremaren lo monastir que no·y romàs res sinó les parets. E per enginy e per voluntat de Déu, en Borrell, comte de Barchinona damunt dit, hac ajuda e secors de sos amichs, e ahontadament gitaren los serrahins de la dita ciutat de Barchinona e los serrahïns de Mallorca se reculliren ab presa que havian feyta e se n'anaren. [...]
52. D'en Ramon Borrell, comte de Barchinona, lo qual féu consagrar la germana sua abadessa del monestir de Sant Pere.
//(fol.15v) Aprés del pare en Borrell, son fill en Ramon Borrell fou comte de Barchinona, lo qual féu consagrar la sua germana, filla del damunt dit Borrell, abadessa de Sant Pere ab gran honor, la qual havia nom na Bonadona. E lo dit Ramon Borrell comte de Barchinona los conformà ab cartas totas las terres e possessions, de les qual los membrà ne pogren saber per gents antigues, les quals los havia donades Lodovich, fill de Carles Maynes, rey de França e emperador de Roma, quant pres la dita ciutat de Barchinona e la tolch a serrahïns. E açò fou en l'any de Nostre Senyor DCCCCLXXVI.
53. Com na Madruy, abadessa del monestir de Sant Pere de Barchinona, vench de Mallorcha.
Ara devets saber que com na Madruy, abadessa del monastir de Sant Pere, la qual se n'amanaren a Mallorcha los damunt dits serrahïns quant preseren Barchinona. Esdevench-se a cap de temps que un seu parent la conech estant ella en Mallorcha cativa, e dix-li que quant ell se’n tornaria en Barchinona, que tot secretament li·n trauria. La qual Madruy ne fuy fort pagada de la prometença que aquell seu parent li hac feyta. E lo dit parent de na Madruy, quant se’n dech passar en Barchinona, membrà-li la prometença que li havia feyta e pensàs en si mateix com l'en gitaria perquè no fos blasmat de la senyoria del rey de Mallorques ne li·n vengués dampnatge. E vench-li·n en cor e Deus qui·u volch e mes-la en una sacha de cotó e féu enginsà, e tant ginyosament que ella pogué d’enar. E puys recullí-la ab leny ab d'altres saques de cotó. E quant son senyor la atrobà menys, féu-la cercar per tota la terra e no la atrobà. Aprés féu·scorcollar lo dit leny qui se’n devia venir en Barchinona e no·y trobaren res. E noresmenys //(fol.16r) sí·scorcollaren les caxas dels mercaders, sí la havien mesa aquí, e no·y trobaren res. E puys hagueren I aster de ferro e per les dites saques de cotó lo messeren sí que la naffraren en IIII o en V lochs de la sua persona, e ella no sonà mot per ço no fos atrobada. E los dits serrahïns ab les gardes qui guardaven la ribera, com no la atrobaren, exiren-se del leny. Enaprés aquell bon hom parent de na Madruy demanà-li com stave e ella respòs que era naffrada e perdia molta sanch. E·l dit leny encontinent que foren fora la ylla, tragueren la dita dona na Madruy de la sacha de cotó, e pensaren-ne alò mils que pogren. E quant foren en Barchinona amanaren-la al monestir de Sant Pere e les dones del monestir hagren-ne gran goig, per ço com la dita Madruy fou la primera abadesa d'aquell monastir e les gents de la terra qui·n dehyen gran bé. E la dita Madruy, com hac estat un jorn aquí, viu tot lo monastir cambiat e no·y conech quaix naguna monge. E la dita filla d'en Borrell, comte de Barchinona, na Bonadona, abadessa del dit monastir de Sant Pere, quant sabé que aquella sancta dona na Madruy era estada abadessa d'aquell monastir, ella·s volch deposar que no fos abadessa, mas que·u fos la dita dona na Madruy, mas ella no·u volch pendre com aquella era filla de comte e d'onrat linatge. Perquè la dita na Bonadona liurà una cambra a la dita na Madruy la qual estech aquí, e pensaren-ne molt bé. E quant fou reforçada, mostrà·ls totes les pertinències e les rendes qui eren del dit monastir de Sant Pere e a cap de VI meses quant ella fou venguda, per les dites naffres qui no eren ben curades, morí. E la sua ànima portaren àngels en paradís, la qual fou molt planta de totes les gents de la terra. Lo qual cors de la dita dona jau a la porta de la església qui guarda vers tramuntana, a mà sinestra com hom entra en la església, e lo seu vas no·s lexa cobrir ab pedra ne ab volta. E assò·s fa per volentat de Nostre Senyor Ihesuchrist qui aquí fa molts miracles e virtuts per ella. E assò fou l'any de Nostre Senyor DCCCCLXXIX.
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Agradecimientos: La investigación para esta obra ha sido financiada por el Proyecto de Investigación del Instituto de la Mujer I + D titulado: "Entre la historia social y la historia humana: un recurso informático para redefinir la investigación y la docencia" (I+D+I 73/01).
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Traducción al alemán: Doris Leibetseder
Traducción al catalán: David Madueño
Traducción al inglés: Caroline Wilson
Traducción al italiano: Clara Jourdan
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Hijo de Borrell, conde de Barcelona.
Hija de Borrell, conde de Barcelona.
Emperador de Roma y rey de Francia.
Hijo de Borrell, conde de Barcelona.
Autor de una versión latino-catalana de la Crònica de Sant Pere.
Poseedor de una Crònica de Sant Pere de les Puel·les.
Poseedor de una Crònica de Sant Pere de les Puel·les.
Abadesa de Sant Pere de les Puel·les.
Hijo de Borrell, conde de Barcelona.
El monasterio benedictino de Sant Pere de les Puel·les o de Sant Pere de Barcelona fue fundado en la primera mitad del siglo X y su iglesia consagrada el 945, según explica el acta de consagración de su iglesia. Probablemente, existía en la ciudad de Barcelona algún tipo de vida religiosa femenina previa, no reglada por las normativas de las órdenes religiosas, puesto que se conservan datos sobre mujeres dedicadas a la vida religiosa que no parecen vinculadas a ningún monasterio. El monasterio de Sant Pere estuvo exento de la jurisdicción episcopal y dependía directamente del Papa; su iglesia fue la parroquia del barrio. Bien dotado desde sus inicios, el monasterio fue a lo largo de los siglos un espacio de vida de mujeres de las élites sociales. El edificio monástico fue destruido y su iglesia restaurada completamente el 1909, y hoy quedan pocos restos visibles de lo que fue la construcción original. Desde hace más de un siglo, la comunidad vive en un nuevo edificio monástico en la calle Anglí de Sarrià.