Teoría jurídica del orden espontáneo


Todo orden espontáneo tendrá un marco jurídico que en el mundo occidental es el Estado del Derecho. Las normas de este Estado deben ser fijas y conocidas de antemano, de modo que la acción del Estado sea previsible. La ley proporciona al ciudadano el ámbito de su actividad individual al proporcionar al ciudadano la información que necesita para guiar su actuación.

Estas leyes también són adaptaciones al medio, encarnan el conocimiento de las experiencias pasadas y al desconocer los casos particulares no són arbitrarias. Porque las leyes sean justas tiene que haber sido creadas por la evolución espontánea, són normas de conducta fruto de un proceso evolutivo y no una creación deliberada. Teniendo en cuenta el proceso de selección, ensayo y error, prevalecerían todas aquellas normas que contribuyen al mantenimiento de un orden eficaz. Las reglas del derecho provienen de hábitos inconscientes, costumbres y prácticas corrientes. Reglas que se formulan en un largo proceso en el que se han ido incorporando experiencias de generaciones pasadas. Aportando una información adicional que favorece la adaptación de la sociedad al medio.

Para Hayek toda ley tiene que ser una expresión de los principios subyacentes en un orden social. La justicia descansará sobre estos principios que son metalegales porque si existen unos principios que todo el mundo acepta como fundamentos de la sociedad es porque existe un sentido de la justicia aprendido. La justicia, al igual que la libertad, son para Hayek valores negativos, en el sentido que trata de evitar una injusticia antes que conseguir una justicia absoluta. El derecho ayudaría a mantener un orden social espontáneo pero en ningún caso debería servir a una idea preconcebida de vida buena.


Texto sobre Teoría jurídica del orden espontáneo Texto sobre Teoría jurídica del orden espontáneo


vuelve al Índice