F. Von Hayek
"Cualquier persona que tenga clara conciencia de la extraordinaria complejidad
de ese tejido de relaciones que se derivan del desarrollo de los procesos sociales
fácilmente captará el burdo antropomorfismo que implica suponer que la sociedad
es capaz de hacer o de perseguir algo. Inicialmente, tal sugerencia constituyó,
desde luego, tan sólo un intento por parte de los teóricos del socialismo de disfrazar
la por ellos pretendida concentración del poder coercitivo en manos del
gobierno. Prefirieron, a tal efecto, hablar de socialización de la economía
en vez de la nacionalización o politización de los medios de producción. El aludido
hábito, sin embargo, les llevó inadvertidamente a una mas plena identificación
con la interpretación antropomórfica de la sociedad según la cual hay que
atribuir aquellas realidades que son consecuencia del desarrollo de ciertos procesos
espontáneos a la existencia de una intencionada voluntad, enfoque que,
en realidad, tipifica los más primitivos estadios del pensamiento humano.
Lo cierto es, sin embargo, que, aparte de que la mayoría de los procesos
de evolución social se producen sin que nadie haya deseado ni previsto los correspondientes
resultados, sólo a través de tal realidad resulta posible la evolución
cultural. De un proceso intencionado nada puede surgir que tenga alcance superior
a lo que su mentor haya sido capaz de imaginar. Sólo puede el actor contar, a
tales efectos, con su propia experiencia. Una sociedad en desarrollo no progresa
porque el gobierno le imprima nuevas modalidades de comportamiento, sino porque,
por vías y procedimientos hasta entonces desconocidos, las gentes someten continuamente
a ensayo nuevas soluciones en virtud de un reiterado proceso de prueba y error.
Una vez más, por lo tanto, conviene repetir que son las adecuadas condiciones
generales que amparan el comportamiento de personas desconocidas lo que da lugar
a tipos de desarrollo social que ninguna suprema autoridad podría intencionadamente
propiciar."
- Hayek, Friedrich von: Derecho, legislación
y libertad. Unión Editorial, Madrid 1992. P. 240.