La justicia como precondición para la vida
buena
Uno de los elementos que deben analizarse
para comprender a Dworkin es la relación entre la justicia y la vida buena. Hay
autores liberales, como Rawls, que creen que hay una "separación radical entre
el bien y la justicia (separación conocida como "la estrategia
de la discontinuidad"). Para Dworkin el bien y la justicia no tienen que ser
dos cosas separadas, sino que pueden considerarse dos caras de una misma moneda
("teoría de la continuidad").
Llevar
una vida buena, según Dworkin consiste en responder hàbilmente a los retos que
te plantea la vida (modelo del desafío). Algunas respuestas serán más correctas
que otras, pero no acepta que estas respuestas sean forzadas. Hay que llevar una
vida buena si se cree en ella.
La
justicia forma parte del bienestar propio. Una sociedad justa es una condición
previa para una vida que respete los ideales éticos. El ciudadano no es una persona
altruista interesada en el bienestar de los demás, sino alguien interesado en
su propio bienestar y es este interés el que le hace preocuparse por la comunidad
de la que forma parte. El interés que un ciudadano tiene en el buen funcionamiento
de su comunidad nace de la necesidad de una sociedad justa como condición previa
para poder realizar lo que cada cual considera una vida buena.