Reformismo político


Una de las consecuencia del pragmatismo es el reformismo político. A pesar de considerarse un hombre de izquierdas, Rorty no cree en "el hombre nuevo" del socialismo. No hay que construir sociedades utópicas, sino un tipo de sociedad mejor que la que tenemos ahora (una sociedad menos desigual). Desde este punto de vista, las únicas críticas que los intelectuales pueden hacer a las instituciones existentes son las reformistas, no las radicales. Todo cambio social pasa por buscar una solución concreta a un problema concreto.

Para que este reformismo político sea viable, Rorty considera necesario un cambio de lenguaje. Con el tiempo, el significado de conceptos como capitalismo pueden haber adquirido tantos matices que no son operativos a la hora de hacer un análisis social. Para solventar esta falta de concreción de los conceptos que habitualmente se utilizan para el análisis histórico, Rorty propondrá no utilizar el concepto genérico, sino explicitar a qué hacemos referencia. Por ejemplo, ya no diríamos capitalismo sino que haríamos referencia a una "economía de mercado" o al "origen de todas las desigualdades sociales".



Textos sobre Reformismo político:

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