9.3.2 Control y predictibilidad del ruido

La capacitat de controlar la situación -o la creencia de que ino puede controlar la situación- hacen disminuir los efectos del ruido. Esta es la base de las teorías del control como reductoras del estrés, sea por el control comportamental o control directo o indirecto de la fuente productora de ruido, sea por el control cognitivo o capacidad de reducir los efectos aversicos a través de determinados razonamientos.

¿Sois de aquellas personas que tenéis miedo a los petardos? ¿Os ponéis tremendamente nerviosos la noche de Sant Joan? Precisamente, si reflexionáis, muchos de estos temores son debidos a la incapacidad de predecir la ocurrencia y la intensidad del ruido que produce el petardo. Es más, a menudo el miedo disminuye o se hace más soportable si podéis 'prepararos' antes que estalle o si el petardo lo tiráis vosotros mismos.

Como ejemplo, leed esta queja publicada en: http://www.asociacionideatica.com/Revista/emails_navegantes.htm

TENGO MIEDO A LOS PETARDOS

Casi podría decir que no temo a nada, pero a los petardos sí. Soy consciente de que el impacto sonoro de un petardo cuyo estruendo suene cercano dañaría mi oído, de forma que mi curva de audición disminuiría de forma instantánea y jamás volvería a recuperar la totalidad. Esto es así de forma muy ostensible para todas las personas mayores, que tienen el oído más delicado, y para los jóvenes también es así pero de forma no ostensible, los jóvenes recuperan casi la totalidad, pero tampoco recuperan la totalidad de la audición, una medida muy precisa de la curva de audición demostraría que tampoco los jóvenes recuperan la totalidad de su audición ante un impacto sonoro importante. Y durante la vida los impactos sonoros suman y siguen.

Tengo miedo a estos chavales que, como si no tuvieran padres, andan corriendo y sembrando el ambiente de estrepitosos petardazos, demostrando su agresividad liberada y su ignorancia al respecto. Cada petardazo es una muestra de agresividad y de ignorancia. Se pone de manifiesto una agresividad oculta y una ignorancia por parte de los chavales, por parte de los padres o personas responsables y por parte de las autoridades sanitarias. Las autoridades sanitarias también están en Babia o les es más cómodo y rentable no tocar el asunto y seguir permitiendo la venta de petardos hasta en puestos en medio de la calle. ¿Hasta cuando? De momento parece que no hay muchas voces explicando esto que sucede y parece que hay petardos para rato. Se acerca la fiesta de San Juan. Tengo miedo a los petardos, cuando ando por la calle tengo que vigilar como si me encontrara en medio de un campo de batalla donde unas balas sonoras surgen por doquier, muchas veces de forma imprevisible. Como si de una guerra se tratara. ¿O no es así?

Escribe: Francisco G. Bosch 13-VI-04

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