9.2.1. La percepción del sonido
Como variable ambiental, el sonido es captado por la persona a través de determinados receptores sensoriales, en este caso el oído. En la siguiente imagen podéis observar el recorrido que hace la onda sonora por las diferentes partes del oído: el oído externo, formado básicamente por el pabellón auditivo, el cual recoge y dirige la onda hacia el oído medio o conjunto de elementos (tímpano, cadena de huesecillos, canales vestibulares, etc.) que convierten la onda sonora en movimiento mecánico (vibración) que se transmite hasta la coclea y el nervio auditivo, que configuran el oído interno. De esta manera, el movimiento de vibración se ha convertido en impulso eléctrico y llega a la parte correspondiente del cerebro para su descifrado.
Hay que tener en cuenta que en cada aumento de 10 decibelios se dobla nuestra percepción del sonido, es decir, lo percibimos el doble de fuerte.
Ahora ya sabemos como percibimos el sonido. Ahora bien, ¿sonido y ruido es lo mismo?, ¿el ruido es el mismo para todo el mundo?. Estas y otras preguntas similares nos obligan a detenernos en la distinción entre sonido y ruido y a reflexionar sobre su incidencia en el estrés ambiental.