8.4.3 Teoría del arousal y el rendimiento Arousal, estrés ambiental y rendimiento

Conseguir un cierto nivel de activación o arousal a través de la estimulación ambiental resulta imprescindible para el desempeño de cualquier tarea que nos propongamos. Precisamente la relación entre arousal y rendimiento se ha explicado a través de la llamada Ley de Yerkes-Dodson.

Según esta ley, la relación entre activación y rendimiento toma la forma de una U invertida. Para cada tipo de tarea se define un grado óptimo de activación en el cual el rendimiento para esa tarea es máximo. Por encima y por debajo de ese nivel óptimo, el rendimiento decrecerá tanto más cuanto más lejos se encuentre el nivel actual de activación del óptimo para la tarea. Consecuentemente, cada tarea exige un determinado nivel de estimulación ambiental para conseguir un arousal adecuado. Aumentos o disminuciones de la estimulación ambiental afectarán al rendimiento. El margen en la variación de la estimulación ambiental para mantener niveles máximos de rendimiento variará en función del grado de complejidad de la tarea: será más amplio para tareas simples y más reducido para tareas complejas.

El taller de un relojero es un buen ejemplo para entender la Ley de Yerkes Dodson. Efectivamente, para desarrollar una tarea compleja como esta es necesario unos determinados niveles de iluminación, temperatura y ruido. Poca luz, por ejemplo, deterioraría inevitablemente la calidad de la tarea, pero también un exceso de luz puede deslumbrar y provocar bajo rendimiento.

Por cierto, ¿habéis probado de leer un libro de páginas completamente blancas en un lugar donde incide gran cantidad de luz, por ejemplo en la playa?

Aplicación de la ley de Yerkes-Dodson a la relación entre estimulación ambiental y rendimiento

 

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