2.2.2. La Gestalt
La Gestalt aparece en Alemania a principios de siglo como una reacción a las teorías reduccionistas y atomistas que empezaban a imperar en el ámbito psicológico. Max Wertheimer (quien publicó su "manifiesto" gestaltista en la misma época que Watson hizo lo propio respecto al conductismo), Wolfgang Köhler y Kurt Koffka son sus principales representantes.
La Gestalt estudia la incidencia en los sistemas totales, en las estructuras en las que las partes están interrelacionadas dinámicamente de manera que el todo no puede ser inferido de las partes consideradas separadamente. Los primeros estudios sobre el movimiento aparente de la luz (el fenómeno phi) o el análisis de la percepción de las películas cinematográficas muestran como, por ejemplo, si analizamos una película fotograma a fotograma tendremos una idea muy diferente e imprecisa que si vemos la secuencia en conjunto, es decir, si miramos la película como una totalidad. Estas totalidades se llaman, precisamente, gestalts (forma, pauta, configuración o conjunto total). De aquí se desprende el principio general de esta corriente: "el todo es más que la suma de las partes".
Fue un movimiento de gran amplitud, con gran incidencia en la arquitectura. Corrientes artísticas como la Bauhaus y arquitectos como Venturi utilizaron, de una u otra forma, los principios gestálticos para sus construcciones (si queréis profudinzar más en la relación entre la Bauhaus y la Gestalt podéis acceder a este interesante artículo de María Cecilia Grassi).
La Psicología de la Gestalt y la Bauhaus: una historia de intercambios e interacciones (1919-1933)
La Gestalt tuvo, sobretodo, una gran importancia por sus contribuciones al estudio de la percepción, definiendo una serie de principios de organización perceptiva que permiten captar de forma integral estas totalidades o gestalts. Estos principios se estructuran básicamente en dos leyes: la Ley de la figura-fondo y la Ley de la buena forma (llamada también Ley del agrupamiento o Ley de la pregnancia).
Según la Ley de la figura-fondo, el proceso perceptivo remite a un mecanismo básico según el cual tendemos a focalizar nuestra atención sobre un objeto o determinado grupo de objetos (figura) destacándolos del resto de los objetos que los envuelven (fondo).
En esta figura, por ejemplo, se puede, ver según se juegue con esta ley de una forma o de otra, una cara con una vela delante o dos caras separadas per una vela.
FUENTE: Myers (1995) pÁg.165. Extraído de R.N.Shepard, Mind Sights (1990).
La Ley de la buena forma remite a un principio de organización de los elementos que componen una experiencia perceptiva y que los gestaltistas llamaron Pregnancia (Prägnanz). Este mecanismo permite reducir posibles ambigüedades o efectos distorsionadores, buscando siempre la forma más simple o la más consistente; en definitiva, nos permite ver los elementos como unidades significativas y coherentes.
Uno de los principios básicos de la Gestalt es que la forma percibida es una propiedad emergente que no es intrínseca de los componentes de un objeto (Rock y Palmer, 1990). En la percepción hay más de lo que está al alcance de los sentidos.
Además, la Ley de la buena forma se rige por una serie de principios básicos
Proximidad: permite relacionar elementos que están unos cerca de los otros.
Semejanza: permite relacionar elementos en función de su similitud.
Continuidad: permite agrupar diversos elementos en una fila o curva uniforme.
Cierre: permite ignorar determinados "vacíos" para completar una figura.
Veámoslo gráficamente
PROXIMIDAD ¿Seis líneas o tres pares de líneas? |
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CONTINUIDAD Las huellas, |
CIERRE ¿Formas sin sentido o un cuadrado y un círculo? |
En definitiva, la Gestalt contribuyó de manera decisiva a la consideración global del proceso perceptivo y, por lo tanto, a la consideración holística del entorno percibido, herencia que ha sido recogida por la Psicología Ambiental. Además, introdujo la idea de que las personas somos agentes activos estructuradores del entorno y, por lo tanto, hay procesos internos que hacen de mediadores entre el mundo de los estímulos y nuestra experiencia sobre éstos. Ello, que en un primer momento iba en contra de la tradición conductista imperante, fue retomado posteriormente por el cognitivismo.