Predecir los Efectos del Cambio Climático en los erizos marinos

La investigadora Vanessa Arranz del Instituto de Investigación de la Biodiversidad y de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona y del grupo de investigación encabezado por la Dra. Rocio Pérez-Portela, ha sido ganadora de una beca de posdoctorado Marie S. Curie Fellowship financiada por la UE con la que está llevando a cabo una investigación pionera sobre la capacidad de los organismos marinos para adaptarse a la acidificación de los océanos. 

El objetivo principal es entender cómo estos organismos podrían responder a un futuro donde el pH oceánico disminuya debido al aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, que al ser absorbido por los océanos causa una acidificación del agua. Los organismos marinos calcificantes, como los moluscos, equinodermos y los corales, entre otros, son especialmente vulnerables porque dependen del carbonato de calcio para construir conchas y esqueletos. 

Los gradientes marinos: una ventana hacia el futuro 

El proyecto, en colaboración con la Universidad de La Laguna, se desarrolla en La Palma, una ubicación idónea por sus características únicas debido a la presencia de un gradiente natural de pH marino. Esta isla de Canarias permite observar cómo los organismos marinos reaccionan frente a diferentes niveles de pH en un espacio relativamente pequeño, ofreciendo una visión valiosa de cómo podrían adaptarse a las condiciones futuras. 

Para comprender mejor las adaptaciones genéticas y la plasticidad fenotípica de los erizos en la exposición de diversas concentraciones de acidez, la Dra. Arranz utiliza técnicas avanzadas como la transcriptómica y metagenómica. El equipo realiza análisis de muestras biológicas y estudia los cambios en la expresión genética y microbiota de los erizos expuestos a distintos niveles de acidificación oceánica. El proyecto también analiza la influencia de la acidificación oceánica en las actividades de respiración y reproducción, “Se observa que, a pesar de las dificultades, las larvas de erizos muestran una notable capacidad de adaptación y sobreviven mejor de lo que cabría esperar” nos dice la Dra. Arranz. Esta búsqueda es crucial para predecir las posibles respuestas a cambios en su entorno natural. 

Ser mujer científica en las ciencias marinas 

La experiencia de la Dra. Arranz ilustra la complejidad de ser una mujer científica en las ciencias marinas. Pese a su pasión por la ciencia, Vanessa Arranz reconoce las dificultades que las mujeres enfrentan en ese campo. El equilibrio entre la carrera profesional y las responsabilidades familiares se convierte en un dilema: "A la edad de 35 años, veo la dificultad de elegir entre dedicarme totalmente a la carrera o tener hijos", afirma. Esta elección puede acarrear una pausa o la cesión del desarrollo profesional de las mujeres en ciencia. Esta realidad plantea interrogantes sobre la igualdad de oportunidades y el apoyo necesario para que las mujeres prosperen en el mundo académico y de la investigación científica, Vanessa destaca la importancia de la perseverancia y el apoyo. "Yo creo que he tenido la suerte de contar con el apoyo de mi familia y mentores, que siempre me han alentado a seguir mis sueños", comparte. Con su dedicación a la ciencia, la Dra. Arranz se esfuerza en ser un ejemplo para otras mujeres y en romper barreras en su campo. 

Su investigación contribuirá al conocimiento científico sobre la adaptación de los organismos marinos, poniendo de manifiesto la importancia crítica de proteger los ecosistemas marinos frente al cambio climático. La acidificación de los océanos es una amenaza urgente, y el trabajo de la Dra. Arranz y su equipo ofrece esperanza en la búsqueda de soluciones para abordar ese desafío global.