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16-03-2021

Las plagas de insectos en la agricultura

Foto: Alejandro Pérez-Ferrer
La actividad agrícola conlleva una alteración del entorno, donde la red trófica se simplifica, la estabilidad baja, y se reduce la resiliencia a los cambios. La oferta alimenticia que significan los cultivos facilita el incremento de las poblaciones de fitófagos, que calificaremos de plaga si sus efectos en el cultivo conllevan un perjuicio económico, porque su densidad es superior al nivel de tolerancia. La industrialización de la actividad agrícola tiene por objetivo la maximización de la producción al mínimo coste posible, y para ello implementa transformaciones que pueden favorecer aún más la aparición de las plagas. Entre otras, las transformaciones se dirigen a la planta cultivada y su homogeneidad, para que sea más fácil y rentable su gestión agronómica, en campos de cultivo que tienden a ser monocultivo, y a los procedimientos para mantener la productividad del cultivo, que incluye entre otros el uso de abonos y biocidas. En la planta, las plagas pueden perjudicar de manera directa la capacidad fotosintética (especies folívoras, gallícolas o minadoras), de transporte de nutrientes (especies barrenadoras), o reproductora (perforadores de frutos), entre otros. Indirectamente, las plagas facilitan la entrada de fitopatógenos (principalmente bacterias, virus, hongos o fitoplasmas), o son sus vectores. Determinadas acciones, como por ejemplo las tareas agrícolas, pueden tener un alto poder preventivo de las plagas, pero si estas finalmente ocurren, se pueden gestionar usando métodos físicos, químicos, biológicos, genéticos o culturales. La combinación armónica de todos ellos se denomina gestión integrada de plagas (GIP), que es la más deseable para la rentabilidad del cultivo y su sanidad, y la preservación del entorno. En el artículo se hace un repaso de todos estos aspectos, tanto en cuanto al fenómeno plaga como a su gestión.

Artículo publicado en
L’ATZAVARA
31: 103-114 (2021)
https://doi.org/10.2436/20.1502.atz31.103
ISSN 0212-8993 eISSN 2339-9791
 
Autora: Marta Goula Goula
Profesora del Departament de Biologia Evolutiva, Ecologia i Ciències Ambientals, Facultat de Biologia, Institut de Recerca de la Biodiversitat (IRBio-UB), Universitat de Barcelona