La complejidad creciente de los factores de transcripción permitió la evolución de los seres vivos
La complejidad creciente de los factores de transcripción es un elemento clave que permitió la evolución de los seres vivos y el paso de los organismos unicelulares a los pluricelulares, tal como apunta un estudio dirigido por Iñaki Ruiz Trillo, profesor del Departamento de Genética de la UB y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio), que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Los factores de transcripción son proteínas que se unen al ADN y activan o reprimen la expresión de genes. El nuevo trabajo analiza la evolución de los factores de transcripción en una gran variedad de genomas de organismos eucariontes (constituidos por células con núcleo diferenciado), desde plantas, animales y hongos, hasta numerosos organismos unicelulares (por ejemplo, algas unicelulares, o protistas como las amebas).