El Océano Antártico como foco de investigación: proyectos MicroANT y CHALLENGE-2
Los ecosistemas marinos de la Antártida y del Océano Austral son escenario de dos campañas científicas lideradas por investigadores e investigadoras del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona. Estos proyectos pioneros exploran el impacto de las actividades humanas y el cambio global sobre estos remotos y vulnerables ecosistemas.
MicroANT: transferencia de microplásticos en las redes tróficas marinas
El proyecto MicroANT, liderado por el Dr. Lluis Cardona investiga la transferencia de microplásticos en la red trófica marina del océano austral. Esta investigación cuenta con el soporte del Ministerio de Ciencia e Innovación de España y con la colaboración de centros de investigación de Argentina y España. El proyecto se inició en marzo de 2024 con un taller en Puerto Madryn (Argentina) y se encuentra actualmente en su fase más crítico: la Campaña Antártica 2024-2025, a bordo del buque de investigación BIO Hespérides.
Al inicio del proyecto se establecieron métodos estandarizados para la detección de microplásticos en diferentes tipos de muestras, incluyendo sedimentos y heces de lobos marinos y pingüinos. Durante el verano de 2024, el equipo testó el material y los protocolos en las aguas del Empordà, antes de embarcarse en los desafíos que representan los mares helados del hemisferio sur.
El primer muestreo se ha llevado a cabo en el Canal Beagle, con la recolección de muestras de agua, sedimentos y microplásticos en la superficie. Este muestreo que se alargará durante meses se está realizando junto con investigadores locales y estudiantes de doctorado, como Mae Presas, junto con colaboradores del CADIC-Ushuaia y el CONICET-Cenpat, claves en esta etapa inicial y para ultimar los detalles logísticos para la Campaña Antártica 2024-2025., con el apoyo del Comité Polar Español, se aseguraron todos los aspectos de seguridad y planificación para la siguiente fase de la investigación.
En enero de 2025, el equipo del proyecto MicroANT embarcó en el buque de investigación BIO Hespérides camino a la Antártica. Durante esta etapa, que se alargará hasta finales de febrero, se recogerán muestras de agua, sedimentos, krill, peces, pingüinos y pinnípedos, siguiendo una ruta que incluye el Pasaje de Drake, las islas Shetland del Sur y la península antártica, con destino final en Marguerite Bay.
Los resultados proporcionarán información clave para entender los efectos de estas partículas contaminantes en los ecosistemas antárticos y a nivel global.
CHALLENGE-2: estudiando el cambio global y las actividades humanas
Paralelamente, el proyecto CHALLENGE-2, liderado por las investigadoras Dra.Conxita Ávila y Dra. Elisenda Ballesté, amplía sus estudios sobre el impacto del cambio global y las actividades humanas en los ecosistemas marinos antárticos. Esta campaña científica es una continuación de los proyectos CHALLENGE y BACTPLAST y se enfoca en establecer vínculos entre las presiones ambientales y los cambios observados en la biodiversidad y salud ecológica de estos ecosistemas.
Durante cinco semanas, el equipo de CHALLENGE-2 estudiará macro- y microorganismos como bioindicadores de salud medioambiental. También estudiarán la distribución y efectos de los microplásticos en la columna de agua, sedimentos y organismos bentónicos, así como las plastisferas, hábitats emergentes asociados a residuos plásticos. Por último, se interesarán por la presencia de genes bacterianos resistentes a antibióticos, con implicaciones en la propagación de enfermedades.
Las muestras se recogerán siguiendo un gradiente latitudinal desde Badia Margarida hasta las islas Òrcades del Sur, comparando zonas prístinas con áreas impactadas por la actividad humana.
Un futuro sostenible para la Antártida
Estos proyectos profundizan en el conocimiento científico de los ecosistemas marinos de la Antártida y proporcionan datos esenciales para desarrollar estrategias de gestión sostenible y proteger a estos ecosistemas en un contexto de aumento de presiones humanas e impactos climáticos.
La colaboración internacional y el trabajo interdisciplinario entre investigadores de diversas instituciones son clave para afrontar los grandes retos de la conservación global.