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29-01-2025

Convivencia difícil: la predación de gatos ferales amenaza a la lagartija parda

  • Los gatos ferales y comunitarios ponen en riesgo la biodiversidad en ecosistemas urbanos y periurbanos. 
  • Un estudio destaca la necesidad de gestionar las colonias de gatos para proteger a la fauna autóctona. 

Un reciente estudio publicado en el Boletín de la Sociedad Catalana de Herpetología (pág 115-137) dónde participan los investigadores del IRBioUB Antigonio Kaliontzopoulou y Raül Ramos advierte que las colonias de gatos ferales y comunitarios en la Sierra de Collserola están teniendo un impacto alarmante sobre las poblaciones de la lagartija parda (Podarcis liolepis). Esta especie, clave en los ecosistemas mediterráneos, está experimentando una disminución significativa en su abundancia, así como alteraciones físicas y comportamentales causadas por la presión depredadora de los gatos.

Un impacto directo sobre las poblaciones de lagartijas 

Los investigadores del IRBio y la Universidad de Barcelona, con el apoyo del Parque Natural de La Serra de Collserola, han constatado una clara correlación entre la densidad de gatos y la reducción de las poblaciones de lagartijas. En zonas con alta densidad de gatos, se ha registrado una disminución notable de individuos y un aumento de las lesiones en las colas, una señal inequívoca de intentos de depredación. 

"Las colas mutiladas son un claro indicador de ataques fallidos, pero incluso los intentos no exitosos pueden dejar secuelas importantes, como la pérdida de reservas energéticas y la vulnerabilidad a otros depredadores", explican los autores. Este hecho, sumado a la alteración de los patrones de comportamiento de las lagartijas, pone en riesgo su capacidad de reproducirse y mantener poblaciones estables. 

Gatos como especie invasora 

Los gatos, a pesar de ser animales domésticos, son considerados como una de las principales especies invasoras a nivel global, con un impacto destacado sobre las comunidades silvestres. La situación en Collserola es un ejemplo local de un problema global: el impacto de especies domésticas sobre ecosistemas naturales y periurbanos. 

El estudio se ha realizado en diversas localizaciones de la Serra de Collserola, y también en zonas urbanas adyacentes, analizando zonas con diferentes densidades de colonias de gatos. Mediante la observación directa y el seguimiento de las lagartijas, se han evaluado parámetros como la capturabilidad, las lesiones y la salud general de las poblaciones. Los resultados son concluyentes: las lagartijas están sometidas a una presión creciente que pone en peligro su supervivencia. 

Una lección para los ecosistemas urbanos y periurbanos 

Los autores del estudio llaman a implementar medidas efectivas para gestionar las colonias de gatos ferales y comunitarios, especialmente en las zonas cercanas a hábitats sensibles. 

El caso de Collserola es un ejemplo más de un desafío global: gestionar las interacciones entre especies domésticas y autóctonas en entornos naturales. A medida que las zonas urbanas se expanden, estos conflictos son cada vez más frecuentes, y su resolución requiere una estrecha colaboración entre instituciones, comunidades locales y la ciudadanía en general.