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Comida de verano en el Campus de la Alimentación: agradecimiento a un año de colaboraciones

Imagen de la mesa de la dirección del campus con su director Màrius Rubiralta, el responsable técnico de la Gerencia UB, Tomàs Ramos y el Jefe de Administración del Campus, Joaquim Luque.

El profesorado e investigadores ubicados en el Campus de la Alimentación de Torribera han sido invitados por la dirección y la administración del Campus para analizar conjuntamente la evolución de los últimos doce meses de actividades académicas, así como a compartir las oportunidades del proyecto junto con las todavía fuertes amenazas que existen, ligadas principalmente a la actual situación de crisis socioeconómica que padecemos en Cataluña.

 

La reunión de dos horas de duración, celebrada en el aula 3 del Edificio de Administración (La Masía), con presencia de unas cuarenta personas transcurrió bajo la influencia de la reciente restricción de las prórrogas de los contratos de lectores y la disminución de las dedicaciones de algunos asociados.

 

El hecho de que el Campus de la Alimentación de Torribera tenga una fuerte implicación de profesorado e investigadores jóvenes, con buenos currículos, pero con un bajo nivel de estabilización y la importancia de los asociados que provienen de los sectores no académicos, hizo constatar la necesidad que la Universitat de Barcelona, si considera estratégico el proyecto del campus de la alimentación, tenga un mayor cuidado de los problemas asociados a la implantación de grupos de investigación (soportados por investigadores y postdoctorales jóvenes) en los espacios del propio campus y ayude a consolidar el proyecto, docente y de investigación, durante un período de tiempo prudencial. Cualquier actuación que dé a entender una falta de prioridad institucional provocaría una disminución del flujo de traslados en el campus.

 

Visión global de los asistentes a la reunión. La misma se desarrolló en un formato totalmente interactivo donde profesores e investigadores hacían sus aportaciones conforme se iban tratando los diferentes temas.

Igualmente, se manifestaron preocupaciones relacionadas con la falta de encaje del Campus y su Administración en el organigrama actual de la Universidad, con la congelación de las mejoras acordadas en los edificios de Laboratorios Docentes (Marina), urgentes en relación al nivel de calidad de las prácticas de tercer y cuarto curso, y los Laboratorios de Investigación (Gaudí) donde algunos grupos de investigación no han hecho el traslado por falta de mobiliario e instalaciones en los espacios asignados, y también el retraso del servicio de cafetería y restauración del campus.

 

La descripción detallada de la situación económica de los proyectos del campus, y la constatación de la importancia de la construcción del aulario y de las infraestructuras de ciencias gastronómicas, dio paso a la comida de verano organizada en los jardines del Edificio de investigación (Gaudí). El almuerzo, organizado por el propio profesorado, con asistencia de unas setenta personas entre profesores, investigadores, personal de administración y servicios y estudiantes internos, tuvo como eje la promoción de experiencias de productos de proximidad, como las ensaladas aportadas desde de la asociación "Conreu Sereny" con huertos en el Monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, y el vino de la DO Alella, Cristina Guillen, de las bodegas Alta Alella, en la zona de proximidad de Alella con la Serralada de Marina. El hecho de que la última semana los profesores del Campus, y otras instituciones relacionadas, ofrecieran un curso Explora los Alimentos en el Berguedà hizo que en el almuerzo se hiciera una cata de embutidos de la zona aportados por Cansaladeria Guitart de Berga, miembro del Club los Sabores del Berguedà, y se tuviera la oportunidad de apreciar la típica "degustación berguedà" antes de finalizar con fruta.

 

Imagen de la comida en los jardines del edificio de Investigación (Gaudi) que permitió continuar el encuentro de una forma más informal.

A la comida asistió también el equipo directivo del Centro Asistencial Emili Mira del Recinto Torribera, los cuales pudieron visitar el edificio Gaudí, ahora dedicado a tareas de investigación, cuando en su última visita todavía había actividad asistencial.

 

Durante todo el almuerzo, la buena sintonía de los grupos que se fueron formando contrastaba con la juventud de los estudiantes internos y el profesorado más joven, y la constatación de comprobar cómo la organización del personal de administración y servicios había sido determinante para el éxito. Los deseos de encontrar soluciones a los actuales problemas del profesorado joven y la unanimidad de repetir actividades de relación en el jardín del Edificio Gaudí, con mobiliario de jardinería específico, fueron constantes en todo los puntos de conversación de la alargada mesa.

 

Este ha sido un ejemplo más de lo que puede dar de si la colaboración entre todo el personal ubicado en los espacios del Campus de la Alimentación de Torribera. No hace falta decir el buen acompañamiento del conjunto verde del Recinto Torribera magníficamente cuidado por los servicios de mantenimiento de la Diputación de Barcelona. En definitiva, un gran día en el que afortunadamente, a pesar de la amenaza de las nubes no llovió.

 

 

 

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