El fomento de la competencia argumentativa en la enseñanza de la Filosofía del Derecho
Este proyecto pretende fomentar la competencia argumentativa y la capacidad de aprendizaje autónomo del alumnado a través de la asignatura de Filosofía del Derecho, del cuarto curso del Grado en Derecho. Para alcanzar este fin, se planea la introducción progresiva de diferentes metodologías docentes, en particular el aula invertida y una adaptación del sistema de tutorials de la Universidad de Oxford (equivalente a las supervisions de la Universidad de Cambridge).
Ambas metodologías comparten la idea de trasladar parte del proceso de enseñanza y aprendizaje fuera del aula, con el fin de utilizar el tiempo de clase para el desarrollo de dinámicas más participativas. Lo que se pretende, pues, es transitar de un modelo en el que las sesiones están centradas en la transmisión de contenidos del profesor hacia los alumnos a otro en el que este proceso es realizado por los estudiantes de forma previa y autónoma, de manera que el tiempo de clase se dedica al afianzamiento del conocimiento ya adquirido, por medio de actividades en las que el alumnado es el protagonista del aprendizaje.
Estas actividades consisten en la realización de presentaciones orales, tanto individuales como en grupo, la discusión de textos jurídicos, periodísticos y literarios, o la participación en debates informados sobre temas clásicos y de actualidad. Todas ellas están encaminadas a que los estudiantes sean capaces de identificar los principales argumentos, a favor y en contra, en relación con una determinada cuestión, a fin de entablar una discusión razonada con base en los mismos. El objetivo es, en definitiva, que los alumnos sepan hacer uso de argumentos adecuados para defender su propio punto de vista y que sean capaces, además, de comprender (y, si es el caso, refutar) argumentos contrarios, de tal manera que su postura resulte más sólida e inteligible.
Las ventajas de estos métodos pedagógicos son varias. Al tiempo que contribuyen al afianzamiento de la capacidad de aprendizaje autónomo (una de las competencias transversales que pretende impulsar la Universidad de Barcelona en el conjunto de sus Grados), favorecen de forma especial el desarrollo de la competencia de argumentación jurídica, la cual es necesaria tanto para una completa formación en la ciencia jurídica como para el adecuado ejercicio de la práctica profesional. Este aprendizaje por competencias supone, además, una mejora en el aprendizaje de contenidos, dado que el profesor se ajusta al nivel previo de los estudiantes y puede centrarse en fijar el sentido de conceptos esenciales, sin ocuparse de transmitir información que el alumno puede adquirir por su cuenta. Al recibir comentarios y correcciones en tiempo real, el alumno deja de ser un oyente pasivo y efectivamente trabaja en horario de clase.
Estas metodologías implican, a su vez, una modificación del papel del docente, que ya no consiste principalmente en la transmisión de información, sino en guiar el proceso de aprendizaje autónomo del alumnado y en favorecer el diálogo entre los estudiantes, sacando a la luz, para clarificarlos y reforzarlos, todos esos conocimientos que los alumnos han trabajado previamente en casa.
Objectius:
1. Fomentar la competencia argumentativa del alumnado del Grado en Derecho.
1.1. Afianzar la competencia para interpretar textos jurídicos y argumentar con base en los mismos.
1.2. Desarrollar la competencia para argumentar sobre temas clásicos y de actualidad relacionados con la justicia.
2. Desarrollar la capacidad de aprendizaje autónomo del alumnado, especialmente en lo referente a la comprensión de textos clásicos y actuales, la realización de exposiciones orales y la redacción de ensayos.
Argumentar l’adequació dels objectius a la finalitat del projecte:
La finalidad del proyecto es fomentar la capacidad argumentativa y de aprendizaje autónomo de los estudiantes de la asignatura de Filosofía del Derecho. Con la vista puesta en ese fin, se han señalado dos objetivos generales.
1. El primero consiste en evaluar el grado de desarrollo de la competencia argumentativa y se divide, a su vez, en dos objetivos específicos:
1.1. Mejorar la capacidad interpretativa y argumentativa en el campo específico del Derecho. En este sentido, hay que destacar los importantes beneficios didácticos que supone para el alumno el recibir comentarios, correcciones y sugerencias de mejora a su trabajo en tiempo real, en lugar de recibirlos en diferido, o no recibirlos en absoluto (sino simplemente obtener una nota final). Esto es así porque, en el transcurso de la actividad participativa en clase, el intercambio oral (con el profesor y los demás estudiantes) permite la réplica y la solicitud y recepción de aclaraciones. Se hace posible, por ende, una mejora en la capacidad de argumentar al tiempo que se trabaja la asimilación de los contenidos propios del campo de la teoría del Derecho.
1.2. Desarrollar, de forma más amplia, el razonamiento práctico, esto es, la discusión racional encaminada a la toma de decisiones justificadas moralmente o, dicho con otras palabras, a la orientación de la conducta humana en aras de la justicia, especialmente en lo que respecta a temas o debates de actualidad.
2. El segundo objetivo general consiste en estimular y evaluar, al tiempo que se fomenta la mencionada competencia argumentativa, una de las seis competencias transversales a los diferentes Grados de la Universidad de Barcelona: la capacidad de aprendizaje autónomo del alumnado. En la medida en que el desarrollo de la capacidad argumentativa se pretende alcanzar principalmente a través de las metodologías del aula invertida y los tutorials, se favorece asimismo el que los estudiantes autogestionen, planifiquen y se responsabilicen de su proceso de aprendizaje. El alumnado deja de ser un receptor pasivo de los contenidos transmitidos por el profesor, teniendo que enfrentarse a dichos contenidos de forma autónoma antes de cada sesión y teniendo que exponerlos y argumentar sobre ellos en diferentes momentos a lo largo del curso.