sinopsis

Sinfonía de la armonía de las revelaciones celestiales es un recopilatorio de canciones con texto y música de Hildegarda de Bingen que, como cantos de alabanza, eran interpretados por las monjas de su comunidad. Setenta y cinco piezas de advocaciones distintas constituyen esta obra inacabada, escritas en las formas de la tradición lírica religiosa: antífona, responsorio, himno y secuencia. En cuanto a las temáticas escogidas, destacan los poemas dedicados a la virgen María, la Trinidad, santos y santas.

reseña

En la edición española se recogen, en latín y español, y se comentan las poesías de la Sinfonía de la armonía de las revelaciones celestiales. Esta obra, junto con el drama litúrgico Ordo Virtutum, constituyen el legado musical de Hildegarda de Bingen, la compositora de autoría conocida más prolífica de la Edad Media. El orden de las piezas, que varía en los principales manuscritos conservados, no es litúrgico, sino temático y jerárquico. Y la mayor parte de los poemas se escriben con rima libre, lo que contrasta con la lírica religiosa latina medieval.

Hildegarda decía que no le habían enseñado el latín ni el lenguaje musical, pero, de hecho, escribió y compuso numerosas obras. Y lo hizo en primera persona, dando a conocer su autoría y expresando su individualidad poética. Como autora inspirada se consideraba una “vasija” que recogía la palabra divina, y también la “trompeta de Dios”, señalando su cuerpo y su voz como el instrumento del que la divinidad se sirve para proclamar su verdad. Se trata de una imagen musical que recuerda la idéntica importancia que tienen el sentido auditivo y el visual en la experiencia cognoscitiva de la autora. Algo poco habitual en la tradición de la metafísica de los sentidos, en la que se otorga a la vista —asociada a la theoria, como contemplación— una marcada superioridad.

Para Hildegarda de Bingen la música tiene una gran relevancia en la historia sagrada. Concibe la voz humana como un vestigio de la voz que Adán poseía antes de la Caída y que mantenía una gran afinidad con la de los ángeles. De la voz clamorosa de Dios se desprende una cadena que resuena por todos los grados del ser. Esta jerarquía ontológico-vocal es el relato subyacente de la Sinfonía, y da cuenta de la ordenación temática y jerárquica de las piezas. Los cantos de alabanza constituyen una praxis que, según Hildegarda, favorece la presencia de la divinidad y renueva la condición edénica en el presente (Rius, 1999: 44-48). La interpretación musical fue dignificada por Hildegarda cuando la música solo se consideraba digna en su vertiente teórica, y en este sentido avanzó en el siglo XII un fenómeno que no se generalizaría hasta el Renacimiento.

autopoética

¡Espíritu ígneo,

que haya alabanza para ti,

que en los tímpanos y en las cítaras

resuenas!

Las mentes de los hombres por ti arden,

y los tabernáculos de sus almas

contienen sus mismas fuerzas.

De allí la voluntad asciende

y da sabor al alma,

y su luz es deseo.

El entendimiento te llama con dulcísimo sonido

y te levanta edificios

con la razón,

que destila en obras de oro. (Sinfonía: 279-280).

bibliografía crítica

Dronke, Peter (ed.) (2007), “Symphonia armonie celestium reuelationum”, Hildegardis Bingensis Opera minora, Corpus Christianorum Continuatio Mediaeualis, 226, Turnhout, Brepols: 371-477.

Flisfisch, María Isabel (2003), “Las figuras femeninas en la Symphonia de Hildegard de Bingen: Caritas, Sapientia, Ecclesia”, Revista Chilena de Literatura, 62: 127-144, 17/01/2011, <http://www.revistaliteratura.uchile.cl/Archivo_PDF/67_107_93_RCHL-62-Do…;.

Fuentes Bardelli, Italo y María José Ortúzar Escudero (2003), “Música e historia en Hildegard von Bingen”, Revista Chilena de Literatura, 62: 145-163, 17/01/2011, <http://www.revistaliteratura.uchile.cl/Archivo_PDF/68_107_93_RCHL-62-Do…;.

Rius Gatell, Rosa (1999), “Armonías y disonancias en el cosmos de Hildegarda de Bingen”, Duoda. Revista d’Estudis Feministes, 16: 35-52, 17/01/2011, <http://www.raco.cat/index.php/DUODA/article/viewFile/62202/90658&gt;.