biografía

Nacida en 1831 en Washington en el seno de una familia acomodada, Rebecca Harding Davis se trasladó a Virginia con cinco años, donde entró en contacto con la industrialización y la esclavitud. Escribió Life in the Iron Mills con treinta años, consiguiendo el reconocimiento del público. Se casó dos años más tarde y antepuso su familia a la escritura. Murió en 1910. En las escasas publicaciones en las que se mencionó su defunción fue recordada como la madre del escritor Richard Harding Davis. 

sinopsis

Deborah Wolfe es una mujer de clase obrera que guarda su más profundo afecto para su primo, Hugh Wolfe, quien trabaja en una siderurgia. Hugh es un artista con talento pero sin ningún futuro debido a su humilde clase social. Deborah, en una de sus visitas a su primo, roba a un familiar del encargado de la siderurgia en un arrebato por abandonar su miserable vida y le da el dinero a Hugh para que decida qué hacer con él. Su decisión traerá consecuencias para ambos personajes ante la indiferencia de la clase privilegiada.

reseña

Life in the Iron Mills es una de las primeras obras de la literatura americana en hablar del fuego de las fraguas y la primera obra de una mujer en hacerlo. Rebecca Harding Davis recrea con gran maestría el ambiente de la clase obrera de mediados del siglo XIX, así como las relaciones frías y la demagogia de las clases privilegiadas para con los trabajadores. No deja de sorprender la minuciosidad de la autora cuando describe un mundo que, si bien le era cercano, no le pertenecía. A través de la ventana de su casa, del mismo modo en que lo hace la desconocida narradora de la obra, podía observar el ir y venir de personajes como Deborah o Hugh, pero, debido a su posición social, le era cuanto menos difícil acercarse más a esas figuras, especialmente en hogares como el suyo, donde las charlas políticas y laborales se mantenían alejadas de las damas. En palabras de Tillie Olsen, Rebecca Harding Davis estaba "house-bound, class-bound, sex-bound" (1985: 83), hecho que la mantenía alejada de ambos mundos, el político y el laboral.

La protagonista de su obra responde a sus principios y se asemeja a la propia autora en más de un sentido. Deborah es una mujer poco agraciada y jorobada, y Rebecca Harding Davis, de fuertes facciones, no respondía al delicado ideal de belleza de la mujer de su época. Deborah vive atada —incluso sentimentalmente— a su primo Hugh durante toda su vida; una vez muerto, su mayor aspiración es acompañarle en su destino. Del mismo modo, Rebecca Harding Davis vivió siempre según el patrón patriarcal que entendía la mujer como complemento de un hombre: su padre, su marido y, más tarde, hasta de su propio hijo. Plasmó en su obra la agonía y el sufrimiento de una mujer a quien la sociedad ha hecho dependiente de un hombre que será la principal razón de sus actos: Deborah sacrifica su descanso por Hugh y roba por él. Sin embargo, incapaz de decidir por sí misma, hace recaer la responsabilidad en su primo. Ella, la culpable del delito y, finalmente, la menos castigada por la ley, debe cargar con la culpa del destino de un hombre que, aunque la trata con respeto, no la ve más que como aquella pobre mujer: "Poor Deb! poor Deb!".

Aun así, Deborah no busca nuestra compasión, como tampoco la buscaba Rebecca Harding Davis. Deborah es simplemente el reflejo de cualquier mujer frustrada por su posición social y por una inútil fidelidad a un amor unidireccional.

bibliografía crítica

Olsen, Tillie (1985), "A Bibliographical Interpretation." Life In The Iron Mills, And Other Stories, Old Westbury, N.Y., Feminist Press. 67-156.