Quién es la voz del libro.
Quién me habla -quién te
habla- desde estas líneas.
Alguien bien distinto a mí
emerge, y yo no lo veo
-y tú no lo ves-
pero aquí está,
-aquí estoy,
para servirte y contarte que yo existo.
Zoe Alameda, Irene
biografía
Irene Zoe Alameda nació en Madrid en 1974. Después de haberse licenciado en Filología Hispánica en la Universidad Complutense, prosiguió sus estudios en Alemania y Estados Unidos. En la universidad de Columbia obtuvo el título de doctora en Literatura Comparada. Se ha dedicado a la traducción literaria y al cine, como guionista, asistente de dirección y directora artística, experiencias que le permitieron realizar el cortometraje Tarde de homenaje, ganador de diversos premios en el CUPDC Film Festival de Nueva York 2002. Sueños itinerantes es su primera novela.
sinopsis
El insoportable dolor de la pérdida de un ser querido y la imposible convivencia con su pareja provocan la huida del protagonista de su ciudad y de su país. Teo cambia su trabajo y sus estudios en Madrid por un puesto de mecánico de vuelo en Bruselas. Su nueva profesión le permite visitar sitios diferentes y encontrar gente nueva, y, gracias a ello, conocerse más a sí mismo. Por encima de todo, le ayuda a no pensar en su inmenso dolor. En uno de sus viajes conoce a Noella, una escritora checa encantadora y misteriosa, que le descubre la importancia de sus sueños y que es capaz de hacer que su vida recobre sentido.
reseña
"Yo voy a gustarte. A mí también me falta 1 última capa, también tengo pilila, y sé poner cara de champiñón, como tú" (p. 10). Con estas palabras Teo se dirige a su hijo recién nacido. Se identifica con el pequeño porque a ambos les falta la última capa para ser completos, aunque tal vez sea justamente este ser inacabado e indefenso, este "duende" tan profundamente suyo, el que le hace sentir completo. Desgraciadamente, no llegará a saberlo nunca.
¿Cómo puede uno seguir viviendo después de haber perdido a un hijo? ¿Cómo se puede vivir con este dolor inexpresable, y con el vacío que deja en el cuerpo? Noella le dice que "en ese caso el dolor es tan grande que piensas que estás soñando" (p. 345). Y es esta sensación la que la autora nos transmite en esta novela en la que entrelaza, de manera extraordinaria, la vida real del protagonista con la vida de sus sueños.
Irene Zoe Alameda se da a conocer como escritora con Sueños itinerantes, una novela inquietante, conmovedora y, sobre todo, intensa. Desafortunadamente, el desenlace de la relación entre los sueños itinerantes de Teo y su vida real es algo decepcionante y creo que, vista su importancia para el relato, merecería haber sido más desarrollado.
Sin embargo, a pesar de su extensión, la lectura engancha desde el primer momento y la autora consigue sorprendernos hasta la última página. El efecto sorpresa no reside sólo en la trama, sino también en el estilo de escritura, que es todo menos convencional. Alameda se sirve de distintas tipografías, para transmitir sonidos, reflexiones y sentimientos, para transcribir escritos de los personajes o para adentrarnos en el mundo onírico de Teo; sustituye palabras por signos o números e interrumpe la historia con fórmulas e incluso figuras matemáticas. Aunque es una manera de contar muy atrevida y sorprendente que sin duda contribuye a la originalidad de este libro, no es del todo convincente. En principio estos recursos estilísticos aportan algo más a la escritura, pero al darles tanto protagonismo se corre el riesgo de que el lector se desvíe de la lectura.
No obstante, la novela posee más cualidades que defectos. Aparte de los elementos ya mencionados, los diálogos, muy naturales y verosímiles, consiguen captar y retener la atención. Además, Irene Zoe Alameda nos permite viajar con Teo, creernos en otro país durante unos instantes, gracias al uso de diferentes idiomas. De esta manera, oímos inglés durante los vuelos, aprendemos alemán en Alemania, checo en Chequia y en un restaurante en Roma nos toca pedir la comida en italiano.
La autora nos hace reflexionar sobre la sociedad, que nos puede hacer sentir como Teo, extraño y solo, justamente por estar (mal) acompañado. También nos hace pensar en qué significa ser humano, al ofrecernos un "dodecálogo de las desventajas del ser humano, el factor humano" (pp. 439 y 441), y en el amor que nos hace perder nuestra propia identidad, hasta tener la sensación de que no existía nada antes de la unión con la pareja, y que hace que seamos capaces de hacer cosas que creíamos imposibles. Por otra parte, nos regala una buena dosis de humor, un tanto fatalista e irónico, como la secuencia en la que somos testigos del dilema de Teo, que no se decide entre matar a un mosquito o no: "¿Matar o no matar? He ahí la cuestión", o cuando declara, por boca del narrador que "La sinceridad existe, pero no debería aprenderse" (p. 17).
La novela es muy completa -tal vez algo demasiado ambiciosa- y es innegable que el debut de Irene Zoe Alameda es muy prometedor para el resto de su carrera. Como afirma la misma autora, esta novela "no cuenta, sino que es": evoca un mundo que absorbe al lector, ya que el dolor de Teo es muy real, al igual que la consecuente pérdida de sí mismo, y, porque, al fin y al cabo, a todos nos falta esa última capa, y nos pasamos la vida buscándola para sentirnos completos.
Poelen, Anne Marie (2005), "Irene Zoe Alameda. Sueños itinerantes", Lletra de Dona in Centre Dona i Literatura, Barcelona, Centre Dona i Literatura / Universitat de Barcelona, fecha de consulta.