Después vi una imagen de mujer, inmensa como una gran ciudad; ceñía su cabeza una maravillosa diadema, y de sus brazos pendía un esplendor a modo de mangas, que rutilaba del cielo a la tierra. Su vientre estaba, como una red, perforado con muchos agujeros por los que pasaba una enorme multitud de gentes.
Hildegarda de Bingen
biografía
Hildegarda de Bingen (1098-1179), escritora y compositora alemana, fue fundadora y magistra de dos monasterios benedictinos. Se conservan fragmentos autobiográficos en la Vida de Santa Hildegarda y Margarethe von Trotta basó en ella su película Visión (2009). Escribió en latín y también creó una Lengua desconocida. Es autora de una trilogía visionaria, obras médicas, líricas y musicales. Su extenso epistolario da cuenta de la autoridad profética y religiosa con la que se dirigió a emperadores y papas.
sinopsis
Hildegarda relata en Scivias la historia de la cristiandad desde la inspiración divina -nos dice- y, también, desde la inspiración femenina. Compuesta de tres partes y veintiséis capítulos o visiones, esta obra teológica parte de la visión de Dios como "luz viviente" y como "sabiduría" que instruye en su interior a la autora. Hildegarda ve, escucha y entiende en su alma de forma simultánea, y describe el recorrido que debe seguir el alma humana para lograr la salvación. Esos caminos que Hildegarda da a conocer están habitados por numerosas figuras femeninas, mediadoras entre el alma y la divinidad.
reseña
En Scivias, escrita entre 1141 y 1151, Hildegarda recoge sus primeras visiones-audiciones. Estas habían sido aprobadas por el papa Eugenio III en 1147-1148, quedando su don y su discurso legitimados ante la sociedad. Un millar de años nos separan de esta obra que posee numerosas concepciones ancladas en el contexto medieval, pero de la que también emergen destellos de un pensar propio y de una espléndida escritura femenina en su estadio naciente.
La primera expresión de la concepción cosmológica de Hildegarda -que desarrollaría en obras posteriores- nos muestra un universo dinámico de figura oval, constituido por los cuatro elementos (Scivias: 47-62). En su imaginario las fuerzas morales mantienen una conexión intrínseca con las fuerzas naturales, y juntas configuran el mundo en el que alma debe desenvolverse para hallar los caminos de la salvación. Esta tendrá lugar, según la doctrina cristiana que suscribe la autora, al final de los tiempos, momento en el cual se creará un nuevo orden universal del que participarán las almas bienaventuradas (Scivias: 457-478).
Como profetisa inteligente, Hildegarda no fija una fecha precisa para ese acontecimiento. Pero sí vincula el mundo nuevo con la música, una dedicación que ejerció y sobre la que reflexionó en distintos pasajes de su obra. Uno de esos pasos es, precisamente, la última visión de Scivias (487-508). La autora relata allí el concierto celestial que escuchó y describe cómo la heterogeneidad de las voces entonaba en armonía el canto de alabanzas. Según Hildegarda, el canto favorece la presencia de la divinidad y el silencio es utilizado por el diablo para desarmonizar el cosmos. En Scivias -que en este punto anticipa materiales de las obras lírico-musicales- la voz humana es una de esas vías que Hildegarda explora con carácter distintivo.
El término de la redacción de la obra coincide con la fundación del monasterio de Rupertsberg al que se trasladó con dieciocho monjas, y con la independencia del cenobio masculino de Disibodenberg. Sin duda, la experiencia cognoscitiva de la magistra renana deja huella en su escritura. Y, en un sentido análogo, Scivias se puede leer también desde la perspectiva biográfica de su infatigable búsqueda y encuentro de una "celda propia", que se identificaría con el nuevo mundo que culmina el arduo trayecto del alma humana relatado en esta obra.
Rabassó, Georgina (2010), "Hildegarda de Bingen. Scivias. Conoce los caminos", Lletra de Dona in Centre Dona i Literatura, Barcelona, Centre Dona i Literatura / Universitat de Barcelona, fecha de consulta.