biografía 

Cavalieri es una filósofa italiana, conocida principalmente por su trabajo sobre los derechos de los grandes simios en The Great Ape Project, proyecto que está íntimamente vinculado al trabajo de Peter Singer , hecho que queda de manifiesto también en la obra reseñada, cuyo prólogo es del propio Singer. Cavalieri es también editora de la revista italiana Etica&Animali, autora de numerosos artículos sobre ética animal, así como del libro The Animal Question: Why Nonhuman Animals Deserve Human Rights. En esta edición de The Death of the Animal. A Dialogue se compilan además las aportaciones de M. Calarco, C. Wolfe, H.B. Miller y Coetzee.

sinopsis

La cuestión central de esta obra es la crítica al perfeccionismo moral, ya que Cavalieri sostiene que hay una incoherencia lógica fundamental en su planteamiento. Tal y como argumenta Cavalieri, el perfeccionismo moral es rechazado a nivel intraespecie, donde debe prevalecer la igualdad moral, pero se permite con respecto a miembros de otras especies, lo cual justifica la superioridad moral de los humanos. Esta confusión lógica ha sido normativizada y transmitida hasta trascender a la ética actual. Según Cavalieri, solo hay dos soluciones: o bien reconocer una jerarquía moral entre los seres humanos, o bien otorgar a los animales un estatus moral igual al de los seres humanos.

reseña

Nos hallamos ante una obra difícil de catalogar por su carácter crítico y emancipatorio, que la conduce a distanciarse de muchas de las disciplinas —la biología, la bioética o el derecho, por ejemplo— desde las que se ha abordado la cuestión del animal. Cavalieri se ha propuesto la inmensa labor de arar el terreno para una nueva dimensión ética totalmente autónoma y abonada con la metodología analítica. Su objetivo: la crítica al perfeccionismo moral, entendiendo este como la idea de que, porque ciertos seres conscientes tienen unas características o atributos de las que otros carecen, o bien porque las tienen más desarrolladas, merecen un mayor estatus moral . En el desarrollo de este proyecto, no le ha quedado otra opción que cortar vínculos con las grandes corrientes del pensamiento occidental que han moldeado la ética actual, desde las grandes narraciones míticas, pasando por la metafísica, hasta el discurso científico. El trabajo de Cavalieri toma el formato de un diálogo entre dos filósofos ficticios, Alexandra, proveniente de la Filosofía Analítica, y Theo, de la Filosofía Continental. Este formato le permite a la autora emplear una gran diversidad de recursos que facilitan el recorrido discursivo por buena parte de las corrientes filosóficas y de pensamiento occidentales. Durante este recorrido dialógico, Alexandra y Theo intercambiarán argumentos e ideas de grandes pensadores para criticar los tradicionales marcos de pensamiento normativos.

Según Cavalieri, las grandes narraciones míticas, religiosas y filosóficas del pensamiento occidental encierran estructuras que responden a preguntas fundamentales. Estas estructuras son, sin embargo, traducidas a jerarquías y marcos normativos que determinan el estatus moral y las normas de conducta de una comunidad, trascendiendo de este modo la ética. Para Cavalieri el animal es una abstracción filosófica que ha sido históricamente no solo la más antigua, sino la más duradera forma de perfeccionismo moral. Es, de este modo, una noción normativa, y no meramente descriptiva, tal y como consideró Derrida. Así, solo la «muerte del animal» permitirá su liberación. La propuesta de Cavalieri se fundamenta de este modo en la autonomía de la ética, esto es, en el proyecto de basar la ética en su propia esfera racional, y en el método analítico. Traduce su conclusión sobre los seres que merecen protección moral al marco de los derechos (tales como el derecho a la vida, a la libertad o a no sufrir malos tratos), apuntando que la única condición para disfrutar de la protección moral que ofrecen los derechos es ser un agente intencional. No obstante, aunque deja muy claro cuáles no deben ser las vías para abordar la cuestión ética del animal, Cavalieri no llega a desarrollar en este trabajo su propuesta ética ni a definir completamente qué es lo que entiende por agente intencional. Esta obra puede considerarse, más bien, como la preparación del terreno conceptual para la construcción de una nueva ética animal, todavía pendiente de desarrollo.