biografía

Alda Merini (Milán 1931-2009) fue una poeta de renombre, artista y música de la palabra. Fue publicada por primera vez en 1950 en la Antologia della poesia italiana contemporanea 1909-1949, y años más tarde, en 1953, se publica su primer libro de poesía. Varios ingresos en instituciones psiquiátricas marcan profundamente su vida y su arte. A lo largo de su dilatada carrera consigue un gran éxito entre la crítica y obtiene varios reconocimientos como el premio Librex-Guggenheim «Eugenio Montale» en 1993 y el Premio Procida Elsa Morante en 1997. Entre sus publicaciones, tuvieron particular relevancia tanto a nivel crítico como a nivel editorial La Terra Santa (1984), Vuoto d’amore (1991) y Clinica dell’abbandono (2003).

sinopsis

Se trata de una obra de ficción en prosa y en verso con algunos elementos de carácter autobiográfico, en la que la autora resume los sucesos más significativos de sus sucesivas estancias en el manicomio. La poesía influencia la prosa y se alternan páginas de diario y versos de profunda sensibilidad. Merini consigue llevar a cabo, de manera magistral, una unión entre sentimientos contrastantes como amor y soledad, religión y sexualidad, tristeza y esperanza.

reseña

Este diario contiene elementos autobiográficos y representa un testigo «diverso» en la literatura que versa sobre el tema de los manicomios. Es el punto de vista de una mujer en una Italia en la que todavía no eran muchas las voces femeninas a nivel literario; es un punto de vista de artista que puede representar los hechos con detalles que llegan directamente al corazón de los lectores y de las lectoras. Alda Merini cuenta cómo se consigue construir algo cuando no hay nada, o, dicho en otras palabras, cuando se vive una situación de dolor, silencio y soledad, sensaciones propias de los internos y de las internas en los manicomios. El diario y el interés porel psicoanálisis le permiten explorar su condición de «diversa», le permiten dialogar con los médicos que la ayudan en su camino de curación y, sobre todo, le permiten abandonarse alarte. Las varias historias de las «locuras» representan algunos momentos de su experiencia en el hospital. Personajes como Pierre, Aldo, Z., C., son arquetipos construidos por la escritora para desarrollar un discurso sobre las experiencias de los «locos» y las «locas» que luchan por sobrevivir. Se alternan elementos como el derecho al amor, la sexualidad, la libertad, la soledad, y nunca se hace referencia a la locura como enfermedad. La locura se vuelve, en cambio, una búsqueda para rescatar el amor a la vida. Meriniescribe persiguiendo una tierna melancolía: entender la simplicidad de lo cotidiano se vuelve un eje en la vida de la autora, una vida llena de dolor que ella consigue transformar en poesía. El proceso resulta tan absurdo y complejo que incluso podríamos llegar a agradecer su sufrimiento por haber permitido dicha transformación.

Acercarse a los textos de Alda Merini esuna experiencia nueva y cautivante cada vez. Significa dejarse arrollar por pensamientos de amor: amor por la simplicidad, amor por la naturaleza, amor por la vida. En el manicomio no existía solo la desesperación, no era todo negro o blanco; existían también combinaciones infinitas de colores que la autora ha sabido explorar para sobrevivir. Crear belleza desde el dolor es la misión de esta autora. Y, por eso, Alda nos enseña que se puede sonreír y sobrevivir en cualquier circunstancia.

Alda vive. Alda escribe. Alda está enferma. Enferma de amor.