— Tenía la voz más potente de todos, cuando era necesario llamar a alguien desde lejos, a ella se dirigía la guardiana, parecía una cantante.
— Ojalá se hubiera dedicado al canto, me gustaba mucho cuando cantaban las mujeres y los críos, y su voz se levantaba melodiosa.
Agnello Hornby, Simonetta
biografía
Simonetta Agnello Hornby nació en Palermo (Sicilia). Procedente de una familia de la pequeña aristocracia, finalizó en Inglaterra sus estudios de Derecho. Actualmente reside en Londres, donde ejerce de abogada, volcándose con especial dedicación en los problemas de las comunidades negra y musulmana. Es presidenta del tribunal de Special Educational Needs. Es autora de tres novelas: Boccamurata, La Mennulara y La zia marchesa.
sinopsis
Maria Rosalia Inzerillo, conocida despectivamente como la Mennulara (en dialecto, la recolectora de almendras) y sirvienta de casa Alfallipe, acaba de fallecer. Su muerte desencadenará una serie de acontecimientos, y sobre todo especulaciones por parte de aquellos que de algún modo la conocieron, una búsqueda vana de las claves que permitirían dar forma a un todo significativo, a una figura transparente, sea para condenarla o para venerarla. Pero sus secretos eran muchos, y ni siquiera Orazio Alfallipe, aquél que la tuvo más cerca, habría sido capaz de resolver todos los misterios aun estando vivo.
reseña
En un patriarcado rural siciliano donde las relaciones de poder están incontestablemente definidas, donde los ricos mandan sobre los pobres y los hombres sobre las mujeres, la Mennulara vive en una insolencia silenciosa. Ella, la recolectora de almendras, es criada rica y poderosa, y mujer soltera e independiente, contradicciones extremas para las mentes cerriles de sus vecinos, que la convertirán en el tema de conversación favorito los días que siguen a su muerte.
Desde que apenas era adolescente, Rosalia Inzerillo, la Mennulara, ha trabajado en casa Alfallipe como sirvienta, velando no sólo por las cosas que estrictamente le correspondían, sino también, y por encima de todo, por salvar la unidad y buena imagen de la familia de cara al pueblo. Entre el deber y la ambición se mueven sus acciones, sospechosamente altruistas para algunos, claramente egoístas para la mayoría, desinteresadas sólo a los ojos de unos pocos. Nadie se explica por qué, teniendo ahorros más que suficientes para retirarse, se niega a abandonar el servicio a la familia. Sin embargo, no dudan en acusarla de ladrona o amante de mafiosos para dar razón de su fortuna. Ignoran que hubo de sufrir aún niña la violación del hijo de don Vincenzo Ancona, jefe local de la mafia.
Pero, ¿por qué ese apego por los Alfallipe? Las malas lenguas la relacionan sentimentalmente con la viuda, Adriana; otros, algo mejor enterados, aseguran que siempre intimó con el difunto Orazio. Únicamente tras la muerte de Rosalia aparece una carta de aquél donde reconoce que descubrió en ella no sólo la sexualidad temprana, sino también, años más tarde, el amor maduro. Asimismo, dice no haber recibido nunca una confesión de reciprocidad. Mennù apelaba siempre al deber para justificar sus relaciones: "yo soy la criada, tú el amo". No obstante, la novela deja constancia de que esa subordinación no existía entre ellos. La suya era una relación de igual a igual; estudiaban juntos, compartían la pasión por la arqueología y la ópera, y sus encuentros sexuales eran plenamente voluntarios.
Con la frialdad de un informe judicial, la autora expone los hechos en un estilo muy acorde a su personaje: meticuloso y formal, huraño y escurridizo, digno y reservado. Como la Mennulara, usa un lenguaje sin pretensiones, que se resiste a decir una palabra de más y que, con todo, no es capaz de velar su innegable brillo.
Soto Moreno, Érika (2007), "Simonetta Agnello Hornby. La Mennulara", Lletra de Dona in Centre Dona i Literatura, Barcelona, Centre Dona i Literatura / Universitat de Barcelona, fecha de consulta.