La ingente producción literaria de Paul Valéry oscila entre la poesía, el ensayo y otras obras de difícil clasificación cercanas a la novela. En estas últimas, su escritura se convierte en un atropellado modo de reflexión alrededor de la vida y el pensamiento, temáticas que el autor unifica de nuevo en ese marco orgánico que llama Moi. A su poesía, deudora del simbolismo de Mallarmé, cabe sumarle su escritura fragmentaria, esos breves textos que volcó en el papel a lo largo de su vida como si estuviera siguiendo el dictado de un mandato matinal: los cuadernos (Cahiers). Sin que esto suponga una renuncia a la profundidad de lo allí escrito, son estos pequeños fragmentos una fuente de libertad y frescura que hacen virar la figura del escritor hasta desplazarlo de poeta a ensayista, de obrero de la palabra que edifica construcciones rítmicas de gran belleza, a obrero del intelecto que elabora de manera concienzuda los márgenes del entendimiento: del autor y del hombre. La variedad de las citas aquí expuestas no representa más que una gota de agua de todo su océano literario; y es que tampoco es cuestión de ahogar al lector. Aquél que encuentre algún tipo de goce —(estético o intelectual)— en estos retales, siempre podrá escoger sumergirse en ese mar que forman sus más de seis mil páginas —al menos en las obras completas de Gallimard—. A aquél otro que sienta la frescura de su verba como resfrío o la profundidad de lo escrito como abismo. Aquél que no sepa ser un lector pausad, lo que no quiere decir lento, puede contemplar la obra desde lejos, como las olas que vienen a acariciar los pies del bañista retraído en la playa; cuya espuma aclimatará su piel para que eso termine por traducirse en el paso previo a la zambullida. Al fin y al cabo, tal como escribe Valéry en La idea fija: La piel es lo más profundo que hay en el hombre. Y qué mejor que sentir la invitación de la caricia del agua para sumergirnos en el mar.
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PRINCIPIOS
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El rico es un hombre a quien todos los pobres dan un céntimo.
DETERIORA
Modernos, o el gusto populachero
por lo excesivamente grande
por lo superlativo (the most)
por lo más intenso
por lo más rápido
por la cantidad
por lo semejante
por lo más fácil, simplificado
por lo “vivo” tal cual – totalmente crudo
etc.
Todo esto debe ser descifrado y traducido en caracteres y características del ser.
Ignominia de los campesinos. La tierra envilece y atrae.
La de los hombres de letras. El abuso del lenguaje; el pensamiento convertido en mosca de la mierda.
“El hombre es siempre el mismo”. Un hombre que caga es, en ese instante, un ser eterno. Es idéntico a Moisés, a César, a Richelieu, al antropoide.
Se da en 363 a de JC o en el Año Mil.
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TEORÍA POÉTICA
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La belleza es una cuestión privada; la impresión de reconocerla y sentirla en un instante determinado es un accidente más o menos frecuente en una existencia; como sucede con el dolor y la voluptuosidad, pero más casual aún.
Si tuviera que elegir entre el destino de ser un hombre que sabe cómo y por qué una cosa es eso que llamamos “bella”, y el de saber lo que es sentir, creo que elegiría la última, con la reserva mental de que este conocimiento, y si fuera posible (y me temo que no sea ni tan siquiera concebible), me revelaría enseguida todos los secretos del arte.
El placer, por último, no existe más que en el instante, nada más incierto, más individual, más incomunicable.
En realidad, no existe teoría que no sea un fragmento, cuidadosamente preparado, de alguna autobiografía.
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A PROPÓSITO DE EL CEMENTERIO MARINO
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La noción de Autor, como la del Yo, no es sencilla: un grado de más de conciencia opone un nuevo Mismo a un nuevo Otro.
La fuerza de plegar el verbo común a fines imprevistos sin romper las "formas consagradas", la captura y reducción de las cosas difíciles de decir; y sobre todo, la conducción simultánea de la sintaxis, de la armonía y de las ideas (que es el problema de la poesía más pura), son para mí los objetos supremos de nuestro arte.
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INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA DIOSA
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En vano de aferraban los observadores de tales experiencias, y aquellos mismos que las practicaban, a esa pobre palabra de Símbolo. Sólo contiene lo que uno quiere; si alguien le atribuye su propia esperanza, ¡la encuentra!
Nuestra filosofía está definida por su aparato y no por su objeto; no puede separarse de sus dificultades propias, que constituyen su forma, y no adoptaría la forma del verso sin perder su ser, o sin corromper el verso. Hablar hoy de poesía filosófica (aún invocando a Alfred de Vigny, Leconte de Lisle y algunos otros) es confundir ingenuamente las condiciones y las aplicaciones del espíritu incompatibles entre sí ¿No es olvidar que el fin de quien especula es el de fijar o crear una noción, es decir, un poder y un instrumento de poder, mientras que el poeta moderno intenta introducir en nosotros un estado, y llevar este estado excepcional al punto de un goce perfecto?
No veo material intelectual que no se haya visto a lo largo de los tiempos forzada al ritmo y sometida por el arte a extrañas, divinas exigencias.
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LITERATURA
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La poesía es sólo literatura reducida a la esencia de su principio activo.
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LA INVENCIÓN ESTÉTICA
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La poesía es además esencialmente in actu. Un poema solamente existe en el momento de su dicción, y su verdadero valor es inseparable de esta condición de ejecución. Lo que equivale a decir hasta qué punto es absurda la enseñanza de la poesía que se desinteresa totalmente de la pronunciación y de la dicción.
El desorden es esencial para la creación.
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EL PROBLEMA DE LOS TRES CUERPOS
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No hay un término para denominar nuestra sensación de una sustancia de nuestra presencia, de maestras acciones y emociones, y no sólo de las efectivas, sino además de las inminentes o demoradas o meramente posibles, algo oculto y sin embargo menos íntimo que nuestras intenciones secretas: descubrimos que somos prácticamente tan versátiles como las situaciones que nos rodean. Nos obedece o no nos obedece, ejecuta nuestros planes o resulta una traba; de él nos afluyen fuerzas y debilidades asombrosas que afectan al todo o a partes de esa masa más o menos sensible, que unas veces se carga repentinamente de impulsos de energía para hacerlo “actuar” gracias a algún misterioso proceso interno, y otras veces parece ser en sí misma un fárrago de lo más opresivo e inamovible...
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CUESTIONES DE POESÍA
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Pero ahí reside todo. La única prueba del saber real es el poder: poder de hacer o poder de producir. Todo el resto es literatura.
La poesía se forma o se comunica en el abandono más puro o en la espera más profunda: si se toma como objeto de estudio es allí donde hay que mirar, y muy poco en sus alrededores.
La transmisión de un estado poético que compromete a todo un ser sintiente es una cosa distinta que la de una idea. Comprendieron que el sentido literal de un poema, no es, y no cumple, todo su fin; que no es por lo tanto necesariamente único.
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DISCURSO SOBRE LA ESTÉTICA
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El filosofo siempre ha querido categorizar este placer, analizarlo y delimitarlo bien, buscar su inteligibilidad. La Dialéctica se afanó por este objeto y lo acorraló al bosque de las Nociones Puras: así nació la Idea de lo Bello.
Pureza, generalidad, rigor, lógica eran en esta disciplina virtudes generadoras de paradojas, y ésta es la más admirable: ¡La Estética de los metafísicos exigía que se separase lo Bello de las cosas bellas.
El placer, por último, no existe más que en el instante, nada más individual, más incierto, más incomunicable.
Los juicios que hacemos sobre lo bello en este ámbito siempre añaden un “atributo de indeterminación: decir que un objeto es bello es darle valor de enigma.
Se tiene calculado, objetivado aquello que infunde belleza, se tiene escrita su formula general y al tenerlo en posesión como principio, los objetos bellos, junto con el arte, pueden desaparecer pues son únicamente meros ejemplos, medios didácticos, provisionalmente exhibidos. La variedad de bellezas producidas por el mundo acostumbra a ser fatal por la ciencia de lo bello. Tratándose de placer no hay más que cuestiones de hecho. “Y la malicia de la sensibilidad es infinita”.
El Arte clásico, que es aquél arte armonizado con la Idea de lo Bello, es una singularidad y no la forma de Arte más general y más pura. Los preceptos elaborados por el teórico pueden después ser utilizados en la práctica por el arte, a título de convención y no bajo un acto de presión intelectual ineluctable. La augusta Razón querría que intentáramos identificarnos con lo real con el fin de dominarlo, imperare imperando.
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EUPALINOS O EL ARQUITECTO
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Ya no soy capaz de separar la idea de un templo de la idea de su construcción
Pero la música y la arquitectura se encuentran en medio de este mundo como monumentos de otro mundo; como las muestras, escampadas aquí y allá, de una estructura y de una duración que no son la de los seres, sino la de las formas y las leyes.
Sócrates: Lo propio en unos y otros dominios acaece, exceptuando el de los filósofos, cuya gran desdicha es no ver jamás derrumbarse los universos que imaginaron, pues, en efecto, no existen.
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VARIETÉ
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Habremos avanzado en el conocimiento poético de su poema, es decir, cuando nos hayamos hecho el instrumento de la cosa escrita, de manera que nuestra voz, nuestra inteligencia y todos los resortes de nuestra sensibilidad se hayan compuesto para dar vida y presencia potente al acto de creación del autor.
Distinguir en los versos el fondo y la forma; un tema y un desarrollo; el sonido y el sentido; considerar la rítmica, la métrica y la prosodia como naturalmente y fácilmente separables de la expresión verbal misma, de las palabras mismas y de la sintaxis; he ahí tanto síntomas de no comprensión o de insensibilidad en materia poética.
[...] El poeta dispone las palabras de otra manera que hace el uso y la necesidad. Son las mismas palabras sin duda, pero en absoluto los mismos valores.
Las rimas, la inversión, las figuras desarrolladas, las simetrías y las imágenes, todo esto, hallazgos o convenciones, son tanto medios de oponerse a la pendiente prosaica del lector (como las “reglas” famosas del arte poético tienen por efecto recordar sin cesar al poeta el universo complejo de este arte). La imposibilidad de reducir a prosa su obra, la del decir, o de comprenderla en tanto que prosa son condiciones imperiosas de existencia, fuera de las cuales esta obra no tiene poéticamente ningún sentido.
Las condiciones de forma precisas no son otra cosa que la expresión de la inteligencia y de la conciencia que tenemos de los medios de los cuales podemos disponer, y de su alcance, como de sus límites y de sus defectos. Es por lo que se me ocurre definir al escritor por una relación entre un cierto “espíritu” y el Lenguaje.
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INTRODUCCIÓN AL MÉTODO DE LEONARDO DA VINCI
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Las ciencias y las artes difieren, sobre todo, en que las primeras deben apuntar a resultados seguros o enormemente probables; las segundas no pueden esperar sino resultados de probabilidad desconocida.
La analogía no es sino la facultad de variar las imágenes, de combinarlas, de hacer coexistir parte de una con parte de otra y percibir, voluntariamente o no, el vínculo de sus estructuras.
La mayoría de la gente ve con el intelecto mucho más a menudo que con los ojos. En lugar de espacios coloreados, conocen conceptos [...] El concepto no cambia. Perciben, más bien, según un léxico que, según su retina.
Un artista moderno debe perder las dos terceras partes de su tiempo intentando ver lo que es visible, y sobre todo no ver lo que es invisible.
Una obra de arte debería enseñarnos siempre que no habíamos visto lo que estamos viendo.
Lo aislado, lo singular, lo individual, son inexplicables, es decir, no tienen más expresión que sí mismos.
¿Acaso el más grande dominio de sí mismo aleja al individuo de toda particularidad que no sea precisamente la de ser dueño y centro de sí? [...]
Construir existe entre un proyecto y una visión determinados, y los materiales que se han elegido. Se sustituye un orden por otro que es inicial, cualesquiera que sean los objetos que se ordenan... Pero el asombro sobrepasa cualquier límite cuando uno se da cuenta de que el autor, en la inmensa mayoría de los casos, es incapaz de dar cuenta por sí mismo de los caminos seguidos y de que él es el detentador de un poder cuyos resortes ignora.
Los problemas de la composición se hallan en relación recíproca con los problemas del análisis.
Es ilusorio querer producir en el espíritu ajeno las fantasías del propio.
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LA IDEA FIJA
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Todo hombre resulta odioso a quien se evade y se consume alejándose de sí mismo, pues los otros nos hacen irrefutablemente pensar en nosotros.
Una idea es un cambio. [...] Nada dura en la mente.
¿Puede fijar una idea? Usted no puede pensar más que mediante modificaciones. Si una idea durase tal cual, dejaría de ser una “idea”.
Un hombre no puede concebir nada que no sea... dirigido o tendente [...]
[...] prefiero no llegar a nada conscientemente que no llegar a nada... sin sospecharlo...
[...] la piel es lo más profundo que hay en el hombre, en tanto que se conoce. Pero lo que hay de... verdaderamente profundo en el hombre, en tanto que se ignora... es el hígado [...]
Me parece que la mente tiende a pasar del desorden al orden... O, si lo prefiere, de un cierto deseorden-para-sí, a un cierto orden-para-sí.
Pero coincido en que en nosotros hay más de una persona. Hay, por ejemplo, una que únicamente aparece en los intervalos de una décima de segundo, o de una veintésima. Y otra que sólo puede producir sus efectos si transcurre un tiempo un poco más largo.
Le he dicho que el animal no podía hacer absolutamente nada que no fuera útil. Es decir: bajo presión exterior u orgánica inmediata la vaca ve las estrellas y no extrae una astronomía como la caldea no una moral como la de Kant, ni una metafísica como la de todo el mundo... Las reduce a cero. Las amortiza. Es notable, en el fondo... ¡Darse cuenta de lo que no sirve para nada!
La inteligencia no comprende nada de la vida y, en consecuencia, de la muerte... Resultado: el individuo lucha contra la ley; el intelecto lucha por la vida contra la vida.
Por suerte el hombre no es de una sola pieza. Una parte de él adelanta a la otra... Algo de eso sucede con las ideas.
Yo fabrico mi pequeña terminología según las necesidades; pero, por lo general, me la guardo para mi uso personal y privado... Son mis herramientas íntimas.
No existe una mente que esté de acuerdo con ella misma.
La facultad de mostrarse otro, se nos presenta de golpe como una propiedad del hombre sano, casi un criterio, casi una necesidad [...]
Un hombre solo está siempre en mala compañía.
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MONSIEUR TESTE
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Yo no sé lo que es la conciencia de un tonto, pero la de un hombre inteligente está llena de tonterías.
Desprecia tus pensamientos de la misma manera en que ellos por sí mismos pasan... ¡y vuelven a pasar!
[...] todos los tontos se adscriben a la humanidad y todos los débiles a la justicia [...]
Yo no estoy vuelto hacia el mundo. Tengo la cara contra el MURO. No hay nada de la superficie del muro que me sea desconocido.
La estupidez no es mi fuerte.
Al apreciar nuestro pensamiento nos guiamos demasiado por la expresión del ajeno. (p, 17).
[…] de cuantas yo mismo pronuncié (palabras) para otros, he notado cómo se distinguían siempre de mi pensamiento -pues se volvían invariables.
Eso que llaman un ser superior es uno que se ha engañado.
¡No se es bello, no se es extraordinario más que para los demás!
¿Qué puede un hombre? ¡Qué puede un hombre! Me dijo: ¡Conoce usted a un hombre que sabe que no sabe lo que dice!
Hay una parte del alma que puede gozar sin entender, y que en mí es muy grande.
Las almas grandes no hacen pareja más que por accidente.
La verdad es que de él no se puede decir nada que no sea inexacto en el mismo instante... creo que sus ideas tienen demasiada continuidad.
Nunca me siento sin límites el alma. Sino rodeada; sino cercada.
Las palabras del corazón son infantiles. Las voces de la carne son elementales. M. Teste, además, piensa que el amor consiste en poder ser tontos juntos.
Es lo que llevo en mí de desconocido lo que me hace yo.
Soy el acto que anula mis deseos.
Los sentidos no son bastantes sutiles para ver que han tenido lugar cambios. Sé que no es el mismo día, pero no hago más que saberlo.
Si supiéramos no hablaríamos -no pensaríamos, no nos hablaríamos.
No soy estúpido porque cada vez que me encuentro estúpido me niego -me mato.
Profesiones delirantes... llamo así a todos esos oficios en que el instrumento principal es la opinión que uno tiene de sí mismo, y la materia prima, la que tienen los demás.
[…] nuestros juicios nos juzgan [...]
Lo que piensa nunca es aquello en lo que piensa.
Cuanto más se escribe menos se piensa.
¡La ciencia! Lo que hay son científicos, querido amigo, científicos y momentos de un científico.
Supuesto un observador “eterno”, cuyo papel se limite a repetir y volver a mostrar el sistema del cual es Yo esa parte momentánea que se cree el Todo.
¿Cómo se elige personaje para ser uno mismo -cómo se elige personaje para ser uno mismo- cómo se forma ese centro?
Me daré una meta; y no obstante no hay nada fuera de mí.
Lo esencial es contra la vida.
¿Es mío mi cuerpo?
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CAHIERS
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Toda mi filosofía se reduce a conectar las palabras que no tienen sentido al suponer que lo tienen.
Ego. Mi espíritu se divide entre la genialidad de su proceder y la observación de sus debilidades y lagunas que son enormes —prácticamente asombrosas.
Un hombre es más complicado —infinitamente más— que su pensamiento.
La más antigua falsificación filosófica fue llamar Verdadero, lo lógicamente correcto.
No conozco filosofía alguna — tan sólo un hábito, un instinto, un vicio, un arte, una voluntad de la maniobra del pensamiento — un arte— una sensibilidad y una invención.
Aquello que puedo extraer de mi espíritu — molestándolo, solicitándolo, cogiéndolo al vuelo, ordenándolo, asociándolo a las máquinas.
La soledad es un efecto de contraste .
Sin olvido no se es más que un loro.
El tiempo se conoce por una tensión, no por el cambio.
La conciencia consciente es clasificación.
Durante el sueño, el hombre se encuentra obligado a creer en lo soñado.
No hay medio alguno de no creer, dado que está privado del segundo camino, de la dualidad, — de la consciencia de consciencia.
Un espíritu es brillante cuando no cree comprender aquello que no comprende.