Resumo
A pesar de ser el mejor en el concurso, el premio se lo entregan al conde de Stalen. Ante tal injusticia, la princesa Jaquelina decide presentarse ante la multitud como la madre de Erasmo, aunando de esta forma la desdicha de ambos y cumpliendo así su deseo de ser madre.
Violência de/ contra as mulheres
Estereotipos patriarcales de género (madre, esposa, ángel); violencia cultural (“solo á ese precio se me permite ser madre y esposa”)
El conde Stalen partia con él los aplausos de la multitud, que los aclamaba por igual, y el nombre del vencedor era todavía un problema, cuando Erasmo imploró su ángel bueno, su madre, que semejante a la divinidad velaba sobre él de una manera invisible.
(…)
Querido tio, añadió volviéndose hácia el duque de Borgoña, os cedo el objeto de todos vuestros deseos, la corona que heredé de mi padre, y os la cedo gustosa, porque solo á ese precio se me permite ser esposa y madre.
Erasmo abrió entonces los ojos.
- Hijo mio! esclamó Jaquelina, acabas de perder una corona, la corona de conde soberano!
- ¡Y puedo sentirla! respondió el niño abrazándola con alegría; ¿puedo sentirla cuando su perdida me devuelve una madre?