Resumo
Jacobo Robusti recibe una carta de Felipe II, Rey de España, pidiendo que su hija Marietta se una a su corte para pintar un retrato suyo. Jacobo cree que es un error y piensa que a quien reclaman realmente es a su hijo, Dominico. Tras menospreciar el trabajo de Marietta, Jacobo llama a Dominico y éste le dice que es Marietta a quien el rey quiere. Van a buscarla a la habitación donde el padre la tenía encerrada, pero la encuentran vacía.
Violência de/ contra as mulheres
Violencia física directa; metaforización (“castigo” en referencia a la violencia directa)
Jacobo Robusti se había puesto de nuevo á trabajar. Al principio apenas podía sostener el pincel; la mano que acaba de castigar á su hija estaba todavía alterada; mas poco á poco se fue tranquilizando, y cuando su madre entró en el taller, había casi olvidado su cólera y el motivo de ella. (276)
Violencia cultural (el hombre ignora a su madre, la silencia); violencia directa (verbal, le grita a su madre, se mofa de ella e insulta a su hija); estereotipos patriarcales de género (dulce y tímida criatura); metaforización (niña = dulzura)
Viendo que su hijo no le respondía, ni siquiera miraba la carta, añadió: ¿quereis que llame a Marietta para que os la lea?
- Marietta! Marietta! respondió el Tintoreto, cuya cabeza se exaltaba de nuevo al oir este nombre, os suplico madre mia que dejeis á Marietta en paz.
- Por qué hablais así, Jacobo? se diria que deseais mal á esa dulce y timida criatura.
-Esa querida niña, esa dulce y prudente criatura, respondió Jacobo con el mismo tono que su madre, es una…es una necia, una impertinente, á quien he cerrado con llave, y á quien he prohibido presentarse delante de mí, al menos por ocho dias. (276)
Estereotipos patriarcales de género vinculados a la edad (abuela, nietecita)
- A ella… á Marietta; ¿creeis que no me haya atrevido? replicó Jacobo con resolución.
La buena abuela le escuchaba como aquel que sueña despierto.
- Jacobo, le dijo acercándose á él, ya mudareis de resolucion, y perdonareis a mi nietecita: no os pregunto lo que ha hecho; hizo mal, pues que os ha disgustado, pero ¿la perdonareis, no es verdad? (276)
Violencia cultural (menosprecio)
- Habla de un retrato hecho sin duda por Dominiquino, pues aunque dice mi hija, es una equivocación; el Rey llama al autor del retrato á su corte, y quiere hacerse retratar por él, ¡qué honor!...¡estoy loco de alegria! (276)
Estereotipos patriarcales de género (madre sirviente)
Apenas Jacobo concluyó de hablar, la tintorera ofreció una silla al padre Ambrosio, y se retiró. (277)
Violencia directa (menosprecio)
(…) esta cortina no está bien.
- Y qué hallais en ella de malo, madre mia? dijo Tintoreto, riéndose, con la seguridad del que conoce la superioridad de sus conocimientos. (277)
- ¡Padre mio, no es para mí, es para Marietta!
- Un error!...hijo mio, un error, dijo Jacobo Robusti. Se trata, me parece, del retrato de un Grande de España…y tu hermana, embarra, enreda con la pintura, pero no pinta; nada he visto de su mano, es una perezosa, una jóven que no es buena para nada, una jóven á quien hice aprender la música, y que sin embargo no sabe una nota. (278)