Summary
Poesía dedicada a su hermana en la que la autora dice sentirse perdida y apátrida sin tenerla a su lado, por lo que le pide que la llave con ella a Granada. La ciudad de Granada se idealiza.
Violence from/against women
Sororidad (la hermana como el hogar) / contrario a la competencia entre mujeres: “oprime tu seno contra mi herido corazón”, “patria”, “tierra”, sentirse extranjera); falta de agencia; dependencia (en este caso de una mujer, de su hermana)
Tiende hácia mí tus brazos, Rogelia, hermana mia,
Y oprime con tu seno mi herido corazon:
Mitiga con tu halago mi afan y mi agonía,
Dejando mis tormentos un día en suspension.
Ven, y á tu patria hermosa me llevarás contigo,
Hoy que estranjera vivo dó quier siento mi pié:
Tus fuentes y palmeras daránme paz y abrigo,
Ya que en mi oscuro valle dó reposar no sé.
Aquí, tórtola triste, ni las salvajes peñas
Me ofrecen sombra amiga donde poder llorar:
Mi tierra es un espacio sin árboles ni breñas,
Ni flores, ni corrientes de blando murmurar.
Aquí́ todo se viste de fúnebres colores:
La aurora muestra apenas su bello rosicler;
Y en lagos misteriosos sus pálidos fulgores
La luna no riela en noches de placer.
Los tiernos ruiseñores, ni las calandrias bellas
No entonan en la selva de amores su cancion:
Aquí́ oprimen las frentes, Rogelia, las estrellas,
Y son ¡ay! los recuerdos dogal del corazon.
Así, mi dulce hermana, ven, llévame contigo
A las orillas frescas del Duero y el Genil;
Tal vez halle la dicha con el ansiado abrigo
En los desiertos lares del mísero Boabdil.
Allí, bajo los régios, dorados artesones
De la arabesca Alhambra los dias pasaré,
Y el duelo de aquel pueblo de inmensas creaciones,
Al paso que mis penas, cantando lloraré.
Que si tan solo ruinas su gran valor ostentan,
Los ecos de las ruinas nos suelen revelar
Mas hechos en un dia que las historias cuentan
En siglos, si sus notas sabemos descifrar.
Y como yo de ruinas mi espíritu alimento,
Y en ruinas mi esperanza la muerte convirtió,
Sabré leer sin dudas es un leve fracmento
La historia que en sus piedras el musulman grabó.
Y cuando esté cansada de tristes emociones
Y de llorar las cuitas del pueblo de Ismael,
Iré á buscar, hermana, alivio en tus canciones
Por la encantada Vega, de cármenes verjel.
Allí al arrullo blando de la nocturna brisa
En un fragante lecho de lirios del Eden,
Gustando los perfumes del sándalo y la luisa,
Y en rosas jazmines posada nuestra sien,
Tus brazos con los mios formando estrecho lazo;
Latiendo nuestros pechos con una pulsacion;
Las almas confundidas en un místico abrazo;
De dicha rebosando el tierno corazon,
La noche pasaremos, del mundo retiradas,
Con una sola idea, la gloria y nuestro amor:
Que almas cual las nuestras, de padecer cansadas,
En un placer tan casto olvidan su dolor.
Y como tú conoces las fúlgidas estrellas,
Que bordan de tu cielo el pabellon azul,
Y sabes qué corrientes de todas son mas bellas,
Y en cuáles ramas trina el plácido bulbul;
Me mostrarás de aquellas la mas esplendorosa,
Llevándome á las fuentes de blando murmurar,
Y al bosque de laureles dó exhala cadenciosa
La dulce filomena de amores su cantar.
Entonces lleno el pecho de ardiente poesía,
Elevaré en el viento robusta mi cancion,
Y olvidaré en tus brazos mi afan, y la agonía
Que oprime en este suelo mi triste corazon.
Oh ! ven , hermana mia , y llévame contigo
A ver lo que apetezco con ansiedad febril;
Verás como la dicha y el deseado abrigo
Encuentro en las orillas del límpido Genil.