Resumen
Narra la historia de Carlota Cronstad, de la “ciudad de Kiof, en la Rusia meridional”. Se trata de una joven aristócrata, de 18 años, muy hermosa, dulce, cariñosa y buena hija, como se nos describe en este primer capítulo, pero sumida en una profunda melancolía porque su “alma apasionada” y sus deseos de conocer el mundo chocan con una realidad monótona. Un día al caer de la tarde, de paseo con Alberto, su hermano menor, Carlota, “viéndose […] en aquella hermosa soledad se entregó de lleno a su cavilación” y rompe a llorar ante la estupefacción del pequeño. Ya calmada, se topan con Nicolás, el ayo del conde de Kiof, que comienza a retratar al joven conde como inteligente, inquieto y algo caprichoso.
Violencias de/contra la mujer
Violencia cultural (la protagonista solo puede mostrar su naturaleza apasionada en soledad: “lloro porque estoy sola con la naturaleza, y aquí no pueden los hombres criticar mis lágrimas”.).
Estereotipo patriarcal: “siendo la admiración de cuantos la conocían, tanto por su belleza, como por su admirable sencillez y dulce carácter”; “carácter dulce y sensible”; buena hija y hermana.