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Presentan la primera Declaración sobre integridad científica elaborada desde países latinos
El jueves 27 de octubre se ha presentado en el Edificio Histórico de la Universidad de Barcelona la primera Declaración sobre integridad científica en investigación e innovación responsable elaborada en el contexto de los países latinos. Concretamente, se trata de un documento redactado desde las cátedras UNESCO de Bioética de la Universidad de Barcelona y la Universidad Católica Portuguesa-Oporto, que ha tenido el impulso de la Obra Social "la Caixa".
El documento proporciona pautas a investigadores, profesionales y otros agentes de la investigación y la innovación. Con la voluntad de influir en órganos decisorios de los sistemas de ciencia y tecnología, hace una serie de recomendaciones entre las que se encuentra la aplicación de procedimientos para identificar y contrarrestar los comportamientos reprobables. En sus conclusiones, también se señala la necesidad de tener en cuenta que «el modelo de investigación y producción científica actual está sujeto a presiones, especialmente económicas y académicas, que no se pueden comparar con situaciones anteriores».
El documento está elaborado por María Casado e Itziar de Lecuona, de la Cátedra UNESCO de Bioética de la Universidad de Barcelona, y Maria do Céu Patrão Neves, Ana Sofia Carvalho y Joana Araújo, de la Cátedra UNESCO de Bioética de la Universidad Católica Portuguesa-Oporto, con la colaboración de la Obra Social "la Caixa". La Declaración, pensada desde la perspectiva de la península ibérica, «con puntos de vista distintos a los que habitualmente se proponen desde el clásico dominio anglosajón», analiza el estado de la cuestión, propone una clarificación terminológica y conceptual y hace recomendaciones con el objetivo de resolver los problemas existentes.
En el texto se señala que todavía no existe una definición de integridad científica compartida por la comunidad científica ni un conjunto de principios consensuados. También se explica cómo se pueden encontrar conductas reprobables en todos los niveles de investigación: en la supervisión, en la utilización de datos estadísticos, en la autoría, o en las prácticas de publicación y plagio. A la hora de valorar la gravedad de una infracción en cualquiera de estos niveles, el documento recomienda tener en cuenta si es deliberada y qué impacto negativo directo tiene en la fiabilidad de la ciencia y en la credibilidad de la innovación.
En cuanto a las causas de los comportamientos éticamente reprobables, se desgranan los factores individuales, organizativos —entre los que se encuentra, por ejemplo, una falta de «políticas institucionales éticamente sólidas y equitativas»— y estructurales, como la presión para obtener resultados y fondos con los que financiar las investigaciones o «la aparición de nuevas áreas con un potencial terapéutico innegable que generan mayor interés económico, social y en los medios de comunicación, y para las que hay más financiación disponible, más competitividad». A continuación, se señalan las consecuencias de las conductas éticamente reprobables, no solo en cuanto a la reputación de los investigadores, sino también, por ejemplo, para las personas que participan en ensayos clínicos y para la sociedad en su conjunto, ya que dichas conductas provocan desconfianza y falta de interés por los procesos de creación del conocimiento y la transferencia.
El apartado de conclusiones hace referencia a la necesidad de generar una cultura de integridad en la comunidad científica y en las instituciones de educación superior. Se exhorta a los países que ya tienen una política nacional de integridad científica a revisarla teniendo en cuenta las recomendaciones de la Declaración, y a impulsarla. Asimismo, se hace un llamamiento a elaborar estas políticas en los países que todavía no dispongan de ellas. De igual modo, se alienta a las instituciones de educación superior y los centros de investigación para que elaboren códigos propios de ética y de buenas prácticas en los que se impliquen todos los miembros de la institución. También se indica que es necesario promover la investigación académica y la formación sobre integridad científica.