Para Habermas se establece una relación de continuidad entre el Estado liberal y el Estado social, ya que ambos quieren ordenar la vida social en su conjunto y especialmente en lo referente a la relación entre Estado y sociedad.

El Estado liberal pretende ser un marco neutral donde se pueda desarrollar el libre mercado. El Estado social pretende ir más allá del simple mantenimiento del orden y práctica formas de intervención, como puede ser el control del orden económico. Para Habermas lo más peculiar del Estado social es que este difumina la distinción entre privado y público, a esta fusión entre los límites de lo privado y lo público Habermas lo denomina re-feudalización.

Habermas pretende articular un proyecto progresista en el confluya el egoísmo económico y la solidaridad social.