Democracia y ciudadanía
No hay una
unanimidad al situar a Arendt dentro de las teorías de ciudadanía. Habermas la
define como una demócrata radical, Young-Bruel como conservadora revolucionaria,
Pettit como comunitarista. Muy a menudo Arendt es considerada republicanista.
La filosofía política de Hannah Arendt nace de la conjunción de dos mundos,
por una parte el mundo esplendoroso i tranquilo de la Grecia clásica, y por otra,
el mundo obscuro y marginal de la vida judía contemporánea. Hannah Arendt piensa
su época a través de dos miradas, la mayoritaria -el espacio griego- y la minoritaria
-el espacio judío-.
El compromiso con los problemas de su tiempo unido
a los factores griego y judío de su pensamiento la llevaran a formular una teoría
sobre la ciudadanía que se basa en los factores de pluralidad y acción. La acción
está imbuida del factor griego, que sería el que considera esencial la responsabilidad
como ciudadanos y que está se manifiesta en la participación política. La pluralidad
representaría el factor judío que se caracteriza por ser nuevo, dinámico, diferente,
este elemento convierte el actuar en inaugurar algo inédito. Arendt en Betwen
past and future expone la afinidad entre la acción y la pluralidad: "La
acción humana, como todos los fenómenos estrictamente políticos, está estrechamente
ligada a la pluralidad humana en la medida en que ésta descansa en el hecho de
la natalidad, gracias al cual el mundo humano es invadido continuamente por extranjeros,
recién llegados, cuyas acciones y reacciones no pueden ser previstas por aquellos
que ya están ahí y que van a irse dentro de poco".
Arendt sin embargo
parte de las grandes democracias sin prestar mucha atención al hecho de que muchas
de estas se apoyan constitutivamente en una exclusión, como pueden ser las mujeres
y esclavos en la Grecia clásica o las mujeres y los pobres en la revolución francesa.
Esta exclusión se supera en el pensamiento arendtiano partiendo de que la palabra
y la acción siempre proceden de alguien que se manifiesta desde un sexo, un color,
una lengua o una tradición. Seguramente por este motivo Arendt siente una clara
admiración respecto a EEUU, porque para ella EEUU representa un sistema democrático
en el que se puede ser ciudadana americana sin por ello tener que renunciar a
ser alemana y judía.