La comunidad liberal
La ética de Dworkin es importante porque permite
construir la noción de "comunidad liberal", en la medida en que para él, el bienestar
individual también depende de la comunidad.
La
"comunidad liberal integrada" de Dworkin es una comunidad de valores, tradiciones
y experiencias (primera definición que le acerca a posiciones comunitaristas)
pero para hacer plausible que una comunidad así entendida pueda seguir concibiéndose
como liberal, Dworkin insiste en un conjunto de condiciones de la democracia que
él llama "relacionales": ninguna comunidad puede considerar a alguien como miembro
moral suyo a no ser que le haga partícipe de las decisiones colectivas, le de
un peso específico en ella y independencia al mismo tiempo. Estas tres condiciones
subrayan el carácter liberal de la concepción de comunidad dworkiniana.
Los límites de la vida en comunidad son
definidos por su vida política, ello permite a Dworkin aceptar el primado ético
de la vida en comunidad sin abandonar el compromiso con la tolerancia liberal
y la neutralidad respecto a diferentes formas de bien. Dworkin lo explica con
una metáfora, al decir que la vida política de la comunidad viene a ser una orquesta
cuyos miembros son músicos y se reúnen para hacer música, pero no otras actividades.