Australia.
En el estado del Territorio del Norte, con 1/6 de la superficie terrestre de Australia pero sólo con una población de 168.000 habitantes, el 1 de julio de 1999, se aprobó una ley que permitía la eutanasia activa, siempre bajo fuertes controles, y cumpliendo determinados requisitos previos.
Bob Dent se había trasladado al estado del Territorio del Norte como misionero de la Iglesia Episcopal Anglicana. En 1991 le diagnosticaron cáncer, y algunos años después se convirtió al budismo, él fue, a los 66 años, la primera persona en aprovechar la nueva ley. En presencia de su esposa, el doctor le administró una inyección mortal de droga. En su lucha por la eutanasia escribió una carta pública que entre otos argumentos decía "Si usted no está de acuerdo con la eutanasia voluntaria, entonces no la use, pero por favor no me niegue el derecho".
Una encuesta realizada dio como resultado que el 81% de los adultos australianos apoyaban la eutanasia. Este resultado representó un aumento del soporte frente a las encuestas realizadas en julio de 1994 donde el apoyo era del 79%. y en 1986 con un apoyo del 66%.
La ley fue recurrida por la Asociación Médica Australiana y por diferentes grupos de "Derecho a la vida". El 25 de marzo de 1997 el senado australiano, en contra de la opinión pública, rechazó la ley, el resultado de la votación fue 38 a 33.