Eutanasia un controvertido debate social.



El derecho a la vida y la forma de entender este derecho es el núcleo central de este debate. La polémica surge en la divergencia de opiniones sobre si el derecho a la vida incluye o no la posibilidad de disponer de ella, hasta el punto de poder acabar con la propia vida.

Algunos piensan que todos tenemos el deber de conservar nuestra vida, en base a que toda persona tiene un compromiso de respeto consigo misma, derivado de que ni se ha hecho a sí misma, ni se ha dado el valor y la dignidad que posee. Es evidente que opiniones como éstas están determinadas por las propias creencias religiosas de quienes las sostienen, las cuales permiten encontrarle un sentido valioso a la muerte, al dolor y al sufrimiento.

Sin embargo, en esta sociedad plural caben todo tipo de opiniones, y para aquellos que no profesan religión alguna y con un sentido terrenal de su vida, resulta difícilmente aceptable el principio general de no poder disponer de su propia vida. Siendo como es, la propia libertad, el eje central de sus decisiones, defienden el derecho de todo ser humano a gestionar y administrar su propia vida, y a decidir, si lo desea, sobre cuándo y cómo terminar con ella. Sólo una vida libremente deseada merece el reconocimiento del derecho a la vida.