El Consejo de Europa
y el Convenio Europeo de los Derechos Humanos
En
1948 el Congreso Europeo celebrado en la Haya aprobó una resolución en la que
la construcción europea aparecía ligada al respeto de los Derechos Humanos. Los
proyectos entonces esbozados sobre los futuros integrantes de la Unión proyectaban
establecer como condición de la adhesión el respeto a dichos Derechos. El Congreso
se proponía la elaboración de una Carta. El Convenio
Europeo para la protección de los Derechos Humanos y las Libertades fundamentales
fue adoptado en 1950 por el Consejo de Europa. Los objetivos eran la protección
de los derechos humanos, la defensa de las democracias pluralistas europeas, y
la construcción de una identidad europea ligada a los principios democráticos
y a los Derechos Humanos. La constitución del Consejo Europeo
se vinculaba a la defensa de dichos principios.
Los estatutos del
Convenio establecían que solo podrían participar de él los Estados integrantes
del Consejo de Europa, aunque no era preceptivo para éstos la firma de dicho Convenio.
En 1993 y 1997, las cumbres de los Jefes de Estado del Consejo de Europa
ratificaban los principios fundamentales del Convenio considerándolos un instrumento
de estabilización y reforzamiento de la Unidad Europea y planteaban la necesidad
de ampliar el ámbito actual del Convenio sobre los derechos civiles y políticos
al reconocimiento de derechos sociales básicos.