PLANIFICACIÓN CINEGÉTICA INADECUADA |
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Actuaciones
cinegéticas poco adecuadas (tasas de captura superiores a las toleradas
por las poblaciones naturales, contagio de enfermedades debido a
repoblaciones con ejemplares foráneos) pueden provocar la disminución drástica
de la población de determinadas especies y, como consecuencia, de sus
depredadores directos. Este
hecho es especialmente relevante para algunas de las especies cinegéticas
preferidas en la caza menor: el conejo, la perdiz o la paloma torcaz, ya
que son también las principales presas de las que se alimenta el águila-azor
perdicera.
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La
creación de espacios donde no se permita la caza (Reservas Naturales de
Fauna Salvaje o Refugios para la Fauna Salvaje en Catalunya, entre
otros) ubicados en los principales núcleos de las áreas de nidificación
y dispersión de los jóvenes de águila-azor perdicera. La
aplicación de planes cinegéticos sostenibles en los vedados de caza,
que contemplen la regulación anual de la presión de caza en función
de la abundancia y producción anual de presas en los territorios, la
prohibición de repoblaciones y el establecimiento de calendarios de
caza que no interfiera con la época de cría (hasta el 31 de diciembre). La
desaparición de la actividad de caza menor durante la media veda. La
aplicación de medidas indirectas de mejora de la abundancia de presas,
mediante planes de mejora del hábitat que contemplen la recuperación
de cultivos, el establecimiento de pastos, los desmontes y el
establecimiento de puntos de agua para la fauna. La
aplicación de una legislación que favorezca la obtención de ayudas
para aplicar una gestión cinegética correcta en los cotos de caza. La
conscienciación y colaboración con el colectivo cazador a la hora de
llevar a cabo las medidas anteriores. |