María Zambrano. Nacer por sí misma
Para María Zambrano la filosofía era un desafío a la inercia de las cosas, a la inmovilidad de la realidad "de facto", una hazaña apasionada, movida por la fe en el poder del pensamiento y en su capacidad para disolver las rigideces de la existencia. Escribía sin tregua, incluso en los momentos más dramáticos, como si escribir fuera un modo de enfrentarse a los acontecimientos y de evitar que la sofocaran. Su obra filosófica es una reflexión rigurosa e infatigable sobre la vida, presenta la unidad de un organismo, no la de un sistema.
Como mujer, era consciente de que su escritura desbarataba la cultura establecida, obligándola a enfrentarse a una otredad radical. Su obra es una crítica abierta y un desafío total a la institucionalidad masculina del pensamiento occidental, "un idealismo voluntarista, activista, que sueña con someter la realidad entera a su órbita. Es la raíz guerrera de toda la cultura occidental". Reunir ensayos que María Zambrano dedicó a las figuras femeninas puede volver a mostrar su identidad poderosa de pensadora que la crítica filosófica, aún impregnada de idealismo, continúa dejando a un lado, presentando su obra como una contribución más o menos innovadora a la "historia de la filosofía", esa entidad neutra, impersonal, abstracta. He buscado en los textos, en las entrevistas, en los recuerdos, en las notas inéditas, las huellas del trabajo lento y fatigoso que María Zambrano debió acometer hasta poder moverse como mujer, sin perderse, sin desmentirse, en el terreno predominantemente masculino de la filosofía.
Índice
Prefacio, Fina Birulés 9
INTRODUCCIÓN
Maria Zambrano: Una mujer "filósofo", Elena Laurenzi 13
ANTÍGONA
Prólogo, Elena Laurenzi 55
Delirio de Antígona, María Zambrano 66
ELOÍSA
Prólogo, Elena Laurenzi 79
Eloísa o la existencia de la mujer, María Zambrano 90
DIÓTIMA
Prólogo, Elena Laurenzi 117
Diótima de Matinea, María Zambrano 125