En la era de la intimidad. seguido de El espacio autobiográfico
Sólo tiene valor de veracidad en el discurso lo que hace evidente a un sujeto, pero no poseemos ningún instrumento definitivo para atrapar a ese sujeto: este es el signo de la era de la intimidad. Lo subjetivo, la vivencia, la experiencia encarnada en la confesión o el testimonio expresan esa medida común de veracidad que el discurso propone y que sólo puede traducirse, como figura de la interioridad, en lo íntimo, transformado en prueba de una certeza que se basa en la fiabilidad textual de su localización y, al mismo tiempo, de manera contradictoria, en la convicción de su inaccesibilidad existencial. Lo íntimo es el espacio autobiográfico convertido en señal de peligro y, a la vez, de frontera; en lugar de paso y posibilidad de superar o transgredir la oposición entre privado y público. Es un espacio pero también una posición en ese espacio; es el lugar del sujeto moderno ―su conquista y su estigma― y al tiempo es algo que permite que esa posición sea necesariamente inestable. Lo íntimo es imaginario como efecto sospechoso del "desconocimiento que el sujeto tiene de sí mismo en el momento en que se decide a asumir y actuar como su yo". Pero la dimensión imaginaria no es sólo desconocimiento (o punto ciego) sino movimiento de ruptura y, por tanto, poderoso dinamizador. En esta doble vertiente la intimidad constituye también una herramienta para la comprensión de las transformaciones históricas.
Hermann Broch iniciaba de ese modo uno de sus textos más personales: "Esto es sólo una autobiografía en la medida en que ella se cuenta la historia de un problema que, casualmente, tiene mi misma edad: (...) es el problema y el fenómeno de ese gigantesco maquiavelismo que se viene preparando intelectualemente desde hace cinquenta años y cuyas consequencias apocalípticas vivimos hoy en realidad". La frase es extraordinariamente reveladora, porque justifica lo autobiográfico en lo histórico, que es, en su caso, la experiencia del colapso del humanismo como doctrina y como aspiración, durante el ascenso del nazismo y la Segunda Guerra Mundial. Pero lo es sobre todo porque justifica la necesidad de la escritura autobiográfica en la Historia. Hoy quizá el movimiento sería el contrario: la Historia se validaría a partir de la escritura autobiográfica. Pensar indirectamente ―en textos y autores diversos― sobre esa inversión y sus consecuencias es el objetivo de este libro.
ÍNDICE
Introducción: En la era de la intimidad 9
I. El imaginario de lo íntimo 9
II. Antecedentes: de la vergüenza a la ansiedad 13
III. Otras líneas. El proceso de subjetivización y su análisis en la perspectiva del siglo XX 17
IV. Michel de Certeau y sus problemas 19
Notas 27
PRIMERA PARTE (1992-2005) 29
Estados de la teoría 31
Paul De Man revisitado 33
I. Prosopopeya 33
II. Dos metáforas para la autobiografía: torniquete y puerta giratoria 36
II. ¿Quién da vueltas en la puerta giratoria, a qué se le aplica el torniquete? 39
Notas 43
El diario íntimo: una posición femenina 45
Notas 58
Zombies en la academia: ¿puede existir una teoría de la autobiografía? 59
Notas 70
El chisme como saber literatio: la revolución freudiana y el susurro de la intimidad 71
Un saber del fragmento 77
Notas 82
Diarios 83
Los diarios de Virginia Woolf: en el centro del arco iris 85
Notas 90
Diarios, experiencia colonial y fabricación de una prosa de la interioridad: Gil de Biedma en Filipinas 91
Notas 106
"Pruebas de haber vivido": los Diarios y la Carta al Padre de Franz Kafka como límites de la autobiografía 109
I. El diario y sus funciones 109
II. Sobre la función de los diarios de Kafka 110
III. Lo moderno en los diarios o el judío en la ciudad 121
IV. Las lenguas en Praga, las lenguas en Kafka 123
V. Infancia: un apóstrofe 131
VI. Experiencia de la intemperie y escritura 134
Notas 141
El problema del destinatario: los Diarios de Gombrowicz 143
Teoría de las edades 144
El diario como intervención institucional 146
Gombrowicz, lector argentino 151
Mecánica de los cuerpos 151
Notas 153
Figuraciones del destierro 155
El destierro de la lengua: Conrad 157
Notas 164
El caso Benjamin 165
Notas 176
La veta autobiográfica: de Norah Lange a Alejandra Pizarnik 177
I. Introducción 177
II. Norah Lange 183
III. María Rosa Oliver 190
IV. Victoria Ocampo 193
V. Alejandra Pizarnik 199
Notas 205
SEGUNDA PARTE: EL ESPACIO AUTOBIOGRÁFICO (1991) 213
Introducción 217
I. Prosopopeya: retórica de la autobiografía 224
Notas 268
II. Lejeune o la Enciclopedia 271
Notas 314
III. Bajtín y lo femenino 298
Notas 314
IV. Parecerse a María 315
Notas 333
V. Avellaneda: Cómo ser escritora 335
Notas 370
Apéndice. Autobiografía de la Sra. Da. Gertrudis Gómez de Avellaneda 373
Avellaneda: negra, femenina, periférica, clásica, romántica, hegemónica, blanca, metropolitana 406
Notas 411