Unidad 3 - Introducción I

A lo largo de la UNIDAD 2 hemos podido analizar cómo los seres humanos captamos el entorno, cómo percibimos sus características físicas, informacionales, cognitivas y simbólicas, y también cómo todo ello nos lleva a elaborar actitudes o juicios en relación con el espacio que, aunque no determinan completamente, contribuyen sin duda a explicar cómo nos comportamos en él y respecto a él.

Pero los seres humanos no tenemos tan solo la necesidad imperiosa de relacionarnos con nuestros entornos. También necesitamos con la misma intensidad relacionarnos con nuestros semejantes, es decir, desarrollar comportamiento social. Y ello tanto para configurar nuestra identidad propia como para mantener experiencias relacionales positivas y crecer como personas como para situarnos en el mundo y vivir ajustados a contexto.

Si recordamos lo dicho en la UNIDAD 1, este mundo del que hablamos está compuesto tanto por dimensiones físicas como personales y sociales, lo que nos llevaba a hablar entonces de " entorno sociofísico " donde lo ambiental y lo psicosocial coexisten sin solución de continuidad y se definen mutuamente uno a otro.


Dos ideas muy simples y contundentes se desprenden de lo dicho hasta el momento y son, a su vez, el leiv motiv de la unidad que ahora empezamos -y nos atreveríamos a decir, de toda la psicología ambiental: a) el ser humano es un ser social, y b) el ser humano es un ser ubicado.

La primera idea, el ser humano es un ser social tiene extraordinarias implicaciones puesto que es tanto como decir que sin el contacto social con los demás no podríamos pensar en nosotros mismos como seres humanos singulares. En otras palabras, necesitamos de la interacción social para configurar nuestra identidad, sea entendida ésta en un sentido más individual o más social. Y también necesitamos la interacción para situarnos correctamente en nuestro mundo, entenderlo y formar parte activa de él.

La segunda idea, el ser humano es un ser ubicado implica que estamos permanentemente interactuando con nuestro entorno físico, a veces de manera más consciente, otras veces sin darnos casi cuenta de ello. Pero nuestro sistema sensorial, nuestras capacidades cognoscentes o nuestra afectividad siempre estan en contacto con un conjunto de variables físicas y nuestar experiencia vital depende en gran medida de nuestra experiencia ambiental, llámese percepción, cognición, significado o comportamiento ambiental ... o todo a la vez.

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