Unidad 2 - Tema 2 - La percepción ambiental. 1. Sensación y percepción - Distinción inicial
En 1690, el filósofo John Locke propuso el siguiente experimento. Tenemos tres recipientes con agua. El primero contiene agua fría, el segundo tibia y el tercero caliente. Ponemos una mano en el recipiente de agua fría y la otra en el de agua caliente. Pasado un rato, notaremos cómo la diferencia de temperatura entre las dos manos va desapareciendo. Cuando creamos que las dos manos están en la misma temperatura, las ponemos a la vez dentro del recipiente con agua tibia. Aunque no nos lo podamos creer, parece que el agua del recipiente tiene dos temperaturas: caliente para una mano y fría para la otra.
Con esta demostración, Locke razonaba sobre la visión objetiva y subjetiva de la realidad. Las calidades aparentes de los objetos (como la temperatura) no se encuentran en los propios objetos sino en la mente de las personas que los perciben. El objeto no está caliente, decía Locke, tan sólo posee la capacidad de despertar en nosotros la idea de calor. Si no, no se podría explicar por qué un mismo objeto puede parecernos en el mismo momento frío y caliente. En el fondo, en relación con lo que nos interesa aquí, la distinción clave se encuentra entre el hecho de captar una sensación (en este caso resultado del proceso de adaptación térmica de la piel de la mano) y la percepción de la temperatura (calor-frío) que provoca una determinada experiencia ambiental. Esta experiencia parte, efectivamente, de las sensaciones, pero va más allá convitiéndose en un proceso más complejo.