4.5.1. La percepción social del riesgo
Numerosos expertos definen técnicamente el riesgo como la probabilidad de que suceda un determinado evento multiplicado por las consecuencias potenciales que se derivan de este evento. Además, la acepción habitual de riesgo hace que bien el evento o bien las consecuencias (o ambos) deben ser negativos o peligrosos. Dentro de esta definición hay riesgos de muchos tipos pero todos ellos implican al comportamiento humano, sea como desencadenante de la situación de riesgo, sea como consecuencia de ésta. Aunque aquí sea importante el abordaje de los riesgos de carácter ambiental, contemplaremos otros tipos de riesgos de manera que podamos ejemplificar de la manera más clara las principales ideas de estos apartados.
A pesar de lo dicho anteriormente, la gravedad de un riesgo no sólo puede depender de que se determine una alta probabilidad de que un evento catastrófico suceda, ni de que se evalúe un como altamente perniciosas sus consecuencias. La gravedad también puede depender del tipo de percepción que se tenga sobre la potencial situación de riesgo, de la percepción del grado de incertidumbre del peligro que manifiesten los potenciales afectados por la situación, o del tipo de comportamiento que éstos desarrollen a partir de esta percepción.
El enfoque positivista y reduccionista adoptado a menudo por las perspectivas técnicas se amplía, a partir de las teorías de las ciencias sociales, para incluir apreciaciones sobre la construcción social de la realidad. En estas teorías hay implícito el hecho de que el riesgo no puede existir independientemente del contexto y que, por tanto, en cualquier contexto múltiple existen diversas interpretaciones que dependen de la experiencia del ambiente. Las perspectivas sobre el riesgo desde las ciencias sociales tienden a centrarse en actitudes o valores a nivel individual, social o cultural, como predictores de satisfacción o tolerancia al riesgo entre grupos sociales.