ESPACIOS Y PRÁCTICAS DE LITURGIA

En la edad Media, la liturgia invade por completo todos los ámbitos de la vida monástica. En este sentido cualquiera de los objetos presentados en esta exposición podría definirse como litúrgico. Sin embargo, hay algunos espacios y prácticas que están destinados más propiamente al culto. A estos espacios (como la Iglesia y el coro) y a estas prácticas (como la misa y el oficio divino) están asociados objetos concretos. Por un lado, por ejemplo, los libros destinados propiamente al culto: leccionarios, biblias, misales, capitularios etc. ; pero también, por otro, objetos como los textiles destinados al culto (tapetes, cojines, estolas, atrileras, paños) y los diversos enseres litúrgicos (cálices, facistoles, candelabros), así como el mobiliario (retablos, altares, sillas de coro o priorales).