MEMORIA CLÍNICA:
LA NIÑA
PERFECTA
5. METODOLOGÍA
TERAPÉUTICA (cont.)
Técnica de las
dos sillas
En la sesión 10
aparece el tema de la conciencia, que ella llama "ángel" y representa la culpa,
las normas, las obligaciones. También habla de otra parte de sí misma, a la que ella
llama "demonio" en la que apenas piensa pero que la hace sentirse incómoda.
-
"Una de las
principales formas en que los organismos interfieren con su funcionamiento adaptativo es
al incorporar normas sociales, actitudes y modos de pensar y actuar que están en mayor o
menor desacuerdo con sus necesidades, objetivos y preocupaciones más básicas"
(Perls y otros, 1951).
También Greenberg
plantea que la incorporación de normas a menudo no es un proceso consciente sino que se
adquieren de forma tácita y se incorporan en esquemas, y lo que aparece en la conciencia
es la sensación de conflicto y confusión o la incapacidad para decidir o actuar:
"la dificultad de procesamiento esquemático general que se necesita cambiar en esta
tarea es la evocación simultánea de dos estructuras esquemáticas opuestas, que implican
conductas, pensamientos, sentimientos y deseos incompatibles, en la que una u otra o ambas
pueden estar fuera de la conciencia" (Greenberg, 1996)
Greenberg y otros
(1991, cit. en Greenberg, 1996) observaron que es la combinación de cogniciones negativas
del crítico más la intensidad de la hostilidad o aversión del crítico hacia el self lo
que resulta importante para producir la depresión.
Delante de este conflicto Greenberg propone utilizar la técnica de las dos sillas para
elaborarlo, aunque él propone un método en una serie de pasos organizados que persiguen
la integración de las dos partes y, en este caso el objetivo fue un poco distinto.
Esta técnica originaria del modelo gestáltico consiste en poner dos sillas una enfrente
de la otra, cada una de las cuales representa una de las dos partes de la persona (en este
caso el ángel y el demonio). A partir de aquí pedí a Sonia, tras proponerle y
explicarle en qué iba a consistir el trabajo a realizar, en qué silla le gustaría
empezar y dijo que en el ángel porque le conocía mejor. A partir de aquí se estableció
un diálogo entre las dos partes. El objetivo no era integrar estas dos partes,
simplemente darles voz, que Sonia pudiera hacerse consciente del significado de estas dos
partes en su vida. Una vez finalizada la dramatización comentamos cómo se había
sentido, si le había resultado complicado, etc. ).
-
El ángel
representaba la parte de obligaciones y deberes, una parte que según ella tiene mucha
fuerza.
-
El demonio es la
parte que quiere disfrutar, dejarse llevar, la parte desinhibida. Dice que en esta parte
se siente incómoda pero que le sorprende porque nunca se le había ocurrido que esta
parte tuviera voz.
Este trabajo de las
dos sillas fue muy importante en el curso de la terapia porque permitió que Sonia diera
voz a una parte de sí misma muy potente y a veces muy destructiva y también que tomara
conciencia de otra parte de sí misma, el demonio, que poco a poco va cobrando más fuerza
a partir de este momento.
Prescripción
directa como ilusión de alternativas
El mensaje
paradójico dado a la cliente fue el siguiente: "Cada vez que aparezca tu parte de
"ángel", de conciencia y empieces a sentirte culpable y a machacarte te
tendrás que premiar (regalarte algo o buscar alguna forma de cuidarte)"
En nuestro caso,
Sonia tiene tendencia a culparse y ser muy autoexigente. Le cuesta valorar los aspectos
positivos de sí misma y de su conducta. El objetivo de la prescripción es que haga lo
que haga, tendrá que cuidarse. Si aparece la conciencia y la culpa tendrá que buscar una
forma de cuidarse y si logra que no aparezca también se estará cuidando.
Rastrear las
implicaciones de la rabia
"Se trata de
una variante dentro de las técnicas de escalamiento que sirve para separar implicaciones
de orden superior de una elección básica que, a menudo, tiene amplias implicaciones para
la vida del individuo": "El escalamiento va de lo específico a lo general, de
las construcciones más circunscritas a la conducta a los valores más abstractos"
(Neimeyer, 1996).
En el caso de
Sonia, muestra un gran enfado hacia el padre pero no lo puede aceptar. Finalmente acepta
que se puede enfadar pero no sentir rabia:
- Tpta:
"Dices que no puedes aceptar sentir rabia ¿Cuál crees que es el motivo?"
- Sonia:
"El motivo es que las buenas personas no sienten rabia"
- Tpta:
"¿Y qué supone para tí que las buenas personas no puedan sentir rabia?"
- Sonia:
"Que si siento rabia no puedo ser buena"
- Tpta:
"¿Y qué repercusiones tendría para tí no ser buena"
- Sonia:
"Necesito ser una buena persona pero no lo soy"
El esquema de la
secuencia es el siguiente:
Como se ve, en este caso
para Sonia sentir rabia va ligado a un constructo nuclear que aparece en la rejilla
inicial, ser buena. Posiblemente para Sonia es mucho mejor no etiquetar la
rabia que siente como tal y reprimirla que asumirla y dejar de ser una buena persona.
A partir de aquí intento
que pueda aflojar este constructo:
- Tpta: "¿Tu
conoces a alguien que no se enfade nunca?
- Sonia: "No,
supongo que todos nos enfadamos alguna vez, pero no es lo mismo enfadarse que sentir
rabia.
- Tpta: "¿Cuál
sería para tí la diferencia?"
- Sonia: "La rabia
es más intensa que el enfado"
- Tpta: "Aunque no
sientes rabia ¿te enfadas alguna vez?"
- Sonia: "Claro que
me enfado alguna vez"
- Tpta: "¿Con tu
padre te enfadas alguna vez?
- Sonia: "Si, si
que me enfado. Luego me siento culpable...."
A partir de aceptar que se
enfadaba pudo darse permiso para hacerlo y aceptar que tenía derecho a enfadarse.
Reconstrucción
de la experiencia inmediata
"La
autoobservación permite la reconstrucción de los acontecimientos de interés
terapéutico, actuando en la interfaz entre la experiencia inmediata y un reordenamiento
explícito. De este modo, permite el análisis de ambos niveles de procesamiento y de la
relación entre ellos" (Guidano, 1994)
En el caso de
Sonia, a ella le cuesta conectar la relación que hay entre diferentes aspectos de su
conducta, por ej. no asocia los vómitos con ningún acontecimiento de su vida: Esto se
puede apreciar en este fragmento de la sesión 13:
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Tpta:
"¿Qué tal, cómo han ido las cosas?"
-
Sonia:
"Mal, he vuelto a vomitar esta semana"
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Tpta:
"¿Cuantas veces?"
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Sonia:
"Un día, el martes estaba mal pero me controlé pero el miércoles al final
vomité"
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Tpta:
"¿Qué es lo que ocurrió?"
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Sonia:
"El martes no estaba bien y lloré bastante, así que al día siguiente empezé a
comer y al final vomité".
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Tpta:
"¿Qué es lo que pasó el martes?"
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Sonia:
"No sé por la mañana me levanté y estaba mal?"
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Tpta: "Y
el lunes y el fin de semana ¿qué tal?"
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Sonia:
"Bien, bien, el fin de semana tranquilo y el lunes bien también".
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Tpta:
"¿Te parece bien si empezamos viendo cómo fue todo desde el fin de semana de forma
un poco detallada?"
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Sonia:
"Vale. El fin de semana fui al pueblo y estuvimos bastante tranquilos. Mi madre
estaba angustiada porque tiene que ir a Vall d'Hebron y yo le estuve dando ánimos"
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Tpta:
"¿Cómo te sentiste en ese papel de dar ánimos a tu madre?"
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Sonia:
"Bien, un poco preocupada por ella pero bien"
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Tpta:
"¿Y cómo te levantaste el lunes?"
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Sonia:
"Normal. Volví del pueblo por la mañana y me fui a trabajar. Luego volví a casa y
quedé con mi novio para cenar. Muy bien, fuimos a un sitio que me gusta mucho".
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Tpta:
"¿qué ocurrió desde la cena hasta que te fuiste a dormir?"
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Sonia:
"Nada, después de cenar me acompañó a casa y me fui a dormir"
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Tpta:
"¿Y cómo estabas cuando te acostaste?"
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Sonia:
"Bien, bien, estaba bien"
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Tpta: "O
sea que si no te he entendido mal, todos los días estabas bien, el lunes fue un día
bueno y de repente el martes te levantaste mal, pero el lunes ni ningún otro día no
ocurrió nada"
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Sonia:
"Bueno, el lunes durante la cena mi novio estaba nervioso y quiso marcharse antes de
acabar, le dio un arranque"
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Tpta:
"¿Y cómo lo viviste tu?"
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Sonia:
"Me mosqueó que tuviera ese arranque. Está quemado en el trabajo, pero sólo
trabaja cuatro horas y media al día y le pagan bien... Yo creo que a veces se ha de
pringar un poco. El siempre está con el mismo rollo... Tiene todo el día libre para
hacer lo que le interesa y se pasa todo el día lamentándose. El lunes es el único día
que puedo verlo y me molestó que tuviera ese arranque".
A partir de aquí
empezamos a plantearnos qué relación hay entre atracones y vómitos y el hecho de poder
o no expresar emociones.
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Tpta:
"¿Has hablado con él de este mosqueo?"
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Sonia:
"No, no le he dicho nada" (...) "A veces me siento con él como la reina
del cuento que el caballero rescata y otras me siento fatal porque no tengo la verdadera
libertad de explicarle lo que siento. Me siento sola porque él cree que lo que me pasa
son chorradas" (...) "Este fin de semana último he pasado por primera vez de su
rollo. De tanto en tanto, cuando yo no estoy bebe whisky, toma coca... y después se
siente culpable. Este fin de semana lo hizo. Yo siempre le he hecho de mamá pero esta vez
le dije que no tengo porque aguantar sus marrones"
Explorando más en
esta línea y en esta misma sesión surgió que, además del tema de la pareja, el fin de
semana había quedado con una amiga y en su casa había dos chicas más y eran muy cultas
así que ella se había vuelto a sentir "como una mierda". En otra sesión
había comentado "Los que estudian son personas, los otros no".
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