Departament de Personalitat, Avaluació i Tractament Psicològics; Despatx 3601 B

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Direcció del Curs: Dr. Guillem Feixas; Dr. Manel Villegas

MEMORIA CLÍNICA:

LA NIÑA PERFECTA

5. METODOLOGÍA TERAPÉUTICA (cont.)

Técnica de las dos sillas

En la sesión 10 aparece el tema de la conciencia, que ella llama "ángel" y representa la culpa, las normas, las obligaciones. También habla de otra parte de sí misma, a la que ella llama "demonio" en la que apenas piensa pero que la hace sentirse incómoda.

  • "Una de las principales formas en que los organismos interfieren con su funcionamiento adaptativo es al incorporar normas sociales, actitudes y modos de pensar y actuar que están en mayor o menor desacuerdo con sus necesidades, objetivos y preocupaciones más básicas" (Perls y otros, 1951).

También Greenberg plantea que la incorporación de normas a menudo no es un proceso consciente sino que se adquieren de forma tácita y se incorporan en esquemas, y lo que aparece en la conciencia es la sensación de conflicto y confusión o la incapacidad para decidir o actuar: "la dificultad de procesamiento esquemático general que se necesita cambiar en esta tarea es la evocación simultánea de dos estructuras esquemáticas opuestas, que implican conductas, pensamientos, sentimientos y deseos incompatibles, en la que una u otra o ambas pueden estar fuera de la conciencia" (Greenberg, 1996)

Greenberg y otros (1991, cit. en Greenberg, 1996) observaron que es la combinación de cogniciones negativas del crítico más la intensidad de la hostilidad o aversión del crítico hacia el self lo que resulta importante para producir la depresión.
Delante de este conflicto Greenberg propone utilizar la técnica de las dos sillas para elaborarlo, aunque él propone un método en una serie de pasos organizados que persiguen la integración de las dos partes y, en este caso el objetivo fue un poco distinto.
Esta técnica originaria del modelo gestáltico consiste en poner dos sillas una enfrente de la otra, cada una de las cuales representa una de las dos partes de la persona (en este caso el ángel y el demonio). A partir de aquí pedí a Sonia, tras proponerle y explicarle en qué iba a consistir el trabajo a realizar, en qué silla le gustaría empezar y dijo que en el ángel porque le conocía mejor. A partir de aquí se estableció un diálogo entre las dos partes. El objetivo no era integrar estas dos partes, simplemente darles voz, que Sonia pudiera hacerse consciente del significado de estas dos partes en su vida. Una vez finalizada la dramatización comentamos cómo se había sentido, si le había resultado complicado, etc. ).

  • El ángel representaba la parte de obligaciones y deberes, una parte que según ella tiene mucha fuerza.

  • El demonio es la parte que quiere disfrutar, dejarse llevar, la parte desinhibida. Dice que en esta parte se siente incómoda pero que le sorprende porque nunca se le había ocurrido que esta parte tuviera voz.

Este trabajo de las dos sillas fue muy importante en el curso de la terapia porque permitió que Sonia diera voz a una parte de sí misma muy potente y a veces muy destructiva y también que tomara conciencia de otra parte de sí misma, el demonio, que poco a poco va cobrando más fuerza a partir de este momento.

Prescripción directa como ilusión de alternativas

El mensaje paradójico dado a la cliente fue el siguiente: "Cada vez que aparezca tu parte de "ángel", de conciencia y empieces a sentirte culpable y a machacarte te tendrás que premiar (regalarte algo o buscar alguna forma de cuidarte)"

En nuestro caso, Sonia tiene tendencia a culparse y ser muy autoexigente. Le cuesta valorar los aspectos positivos de sí misma y de su conducta. El objetivo de la prescripción es que haga lo que haga, tendrá que cuidarse. Si aparece la conciencia y la culpa tendrá que buscar una forma de cuidarse y si logra que no aparezca también se estará cuidando.

Rastrear las implicaciones de la rabia

"Se trata de una variante dentro de las técnicas de escalamiento que sirve para separar implicaciones de orden superior de una elección básica que, a menudo, tiene amplias implicaciones para la vida del individuo": "El escalamiento va de lo específico a lo general, de las construcciones más circunscritas a la conducta a los valores más abstractos" (Neimeyer, 1996).

En el caso de Sonia, muestra un gran enfado hacia el padre pero no lo puede aceptar. Finalmente acepta que se puede enfadar pero no sentir rabia:

  • Tpta: "Dices que no puedes aceptar sentir rabia ¿Cuál crees que es el motivo?"
  • Sonia: "El motivo es que las buenas personas no sienten rabia"
  • Tpta: "¿Y qué supone para tí que las buenas personas no puedan sentir rabia?"
  • Sonia: "Que si siento rabia no puedo ser buena"
  • Tpta: "¿Y qué repercusiones tendría para tí no ser buena"
  • Sonia: "Necesito ser una buena persona pero no lo soy"

El esquema de la secuencia es el siguiente:

Como se ve, en este caso para Sonia sentir rabia va ligado a un constructo nuclear que aparece en la rejilla inicial, “ser buena”. Posiblemente para Sonia es mucho mejor no etiquetar la rabia que siente como tal y reprimirla que asumirla y dejar de ser una buena persona.

A partir de aquí intento que pueda aflojar este constructo:

  • Tpta: "¿Tu conoces a alguien que no se enfade nunca?
  • Sonia: "No, supongo que todos nos enfadamos alguna vez, pero no es lo mismo enfadarse que sentir rabia.
  • Tpta: "¿Cuál sería para tí la diferencia?"
  • Sonia: "La rabia es más intensa que el enfado"
  • Tpta: "Aunque no sientes rabia ¿te enfadas alguna vez?"
  • Sonia: "Claro que me enfado alguna vez"
  • Tpta: "¿Con tu padre te enfadas alguna vez?
  • Sonia: "Si, si que me enfado. Luego me siento culpable...."

A partir de aceptar que se enfadaba pudo darse permiso para hacerlo y aceptar que tenía derecho a enfadarse.

Reconstrucción de la experiencia inmediata

"La autoobservación permite la reconstrucción de los acontecimientos de interés terapéutico, actuando en la interfaz entre la experiencia inmediata y un reordenamiento explícito. De este modo, permite el análisis de ambos niveles de procesamiento y de la relación entre ellos" (Guidano, 1994)

En el caso de Sonia, a ella le cuesta conectar la relación que hay entre diferentes aspectos de su conducta, por ej. no asocia los vómitos con ningún acontecimiento de su vida: Esto se puede apreciar en este fragmento de la sesión 13:

  • Tpta: "¿Qué tal, cómo han ido las cosas?"

  • Sonia: "Mal, he vuelto a vomitar esta semana"

  • Tpta: "¿Cuantas veces?"

  • Sonia: "Un día, el martes estaba mal pero me controlé pero el miércoles al final vomité"

  • Tpta: "¿Qué es lo que ocurrió?"

  • Sonia: "El martes no estaba bien y lloré bastante, así que al día siguiente empezé a comer y al final vomité".

  • Tpta: "¿Qué es lo que pasó el martes?"

  • Sonia: "No sé por la mañana me levanté y estaba mal?"

  • Tpta: "Y el lunes y el fin de semana ¿qué tal?"

  • Sonia: "Bien, bien, el fin de semana tranquilo y el lunes bien también".

  • Tpta: "¿Te parece bien si empezamos viendo cómo fue todo desde el fin de semana de forma un poco detallada?"

  • Sonia: "Vale. El fin de semana fui al pueblo y estuvimos bastante tranquilos. Mi madre estaba angustiada porque tiene que ir a Vall d'Hebron y yo le estuve dando ánimos"

  • Tpta: "¿Cómo te sentiste en ese papel de dar ánimos a tu madre?"

  • Sonia: "Bien, un poco preocupada por ella pero bien"

  • Tpta: "¿Y cómo te levantaste el lunes?"

  • Sonia: "Normal. Volví del pueblo por la mañana y me fui a trabajar. Luego volví a casa y quedé con mi novio para cenar. Muy bien, fuimos a un sitio que me gusta mucho".

  • Tpta: "¿qué ocurrió desde la cena hasta que te fuiste a dormir?"

  • Sonia: "Nada, después de cenar me acompañó a casa y me fui a dormir"

  • Tpta: "¿Y cómo estabas cuando te acostaste?"

  • Sonia: "Bien, bien, estaba bien"

  • Tpta: "O sea que si no te he entendido mal, todos los días estabas bien, el lunes fue un día bueno y de repente el martes te levantaste mal, pero el lunes ni ningún otro día no ocurrió nada"

  • Sonia: "Bueno, el lunes durante la cena mi novio estaba nervioso y quiso marcharse antes de acabar, le dio un arranque"

  • Tpta: "¿Y cómo lo viviste tu?"

  • Sonia: "Me mosqueó que tuviera ese arranque. Está quemado en el trabajo, pero sólo trabaja cuatro horas y media al día y le pagan bien... Yo creo que a veces se ha de pringar un poco. El siempre está con el mismo rollo... Tiene todo el día libre para hacer lo que le interesa y se pasa todo el día lamentándose. El lunes es el único día que puedo verlo y me molestó que tuviera ese arranque".

A partir de aquí empezamos a plantearnos qué relación hay entre atracones y vómitos y el hecho de poder o no expresar emociones.

  • Tpta: "¿Has hablado con él de este mosqueo?"

  • Sonia: "No, no le he dicho nada" (...) "A veces me siento con él como la reina del cuento que el caballero rescata y otras me siento fatal porque no tengo la verdadera libertad de explicarle lo que siento. Me siento sola porque él cree que lo que me pasa son chorradas" (...) "Este fin de semana último he pasado por primera vez de su rollo. De tanto en tanto, cuando yo no estoy bebe whisky, toma coca... y después se siente culpable. Este fin de semana lo hizo. Yo siempre le he hecho de mamá pero esta vez le dije que no tengo porque aguantar sus marrones"

Explorando más en esta línea y en esta misma sesión surgió que, además del tema de la pareja, el fin de semana había quedado con una amiga y en su casa había dos chicas más y eran muy cultas así que ella se había vuelto a sentir "como una mierda". En otra sesión había comentado "Los que estudian son personas, los otros no".