a) Colocar el tubo de muestra (suspensión o disolución) en uno de los receptáculos del rotor.
b) Compensar el tubo de muestra colocando en el receptáculo diametralmente opuesto otro tubo con un volumen de líquido de peso idéntico al de la muestra.
c) Cerrar herméticamente el compartimento del rotor y poner en funcionamiento la centrífuga. Una vez acabada la centrifugación (normalmente las centrífugas tienen un temporizador que desconecta automáticamente el motor una vez transcurrido el tiempo programado), esperar a que se detenga el rotor para abrir la tapa del compartimento donde está alojado y sacar el tubo de muestra y el de compensación.