FORO MEDAMERICA: Políticas territoriales y de desarrollo regional ante la crisis mundial. ¿Hacia una reformulación del modelo?
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Interno de consultas y debate Fechas del foro 4, 5 y 6 de
octubre de 2011 Justificación La disparidad de la distribución de la riqueza a escala
mundial, estatal, regional y local, es inherente al sistema económico y social
global, nacional, regional y local. La mitad del PNB mundial se crea en un 1,5 % del territorio.
A pesar del dinamismo de los países emergentes, Norteamérica, Europa Occidental
y Japón, con apenas 1.000 millones, el 15 % de la población del planeta acumulan
tres cuartas partes de la producción mundial y el 85 % de los habitantes,
disponen apenas del 30 % restante. Tomando como referencia la renta “per cápita” en Europa sobre
una base promedio de 100, la región de Londres registraba un valor de 277 en el
año 2003, según datos de Eurostat, mientras que las regiones rumanas se situaban
todas ellas en torno a 25, es decir, un diferencial de 11 veces menos. En el
caso español dos regiones: Andalucía y Extremadura tenían un PIB inferior al 65
% de la media europea. Pero es en los países emergentes donde las disparidades
interregionales son más profundas y. numerosos autores lo sustentan, se han
agravado en las últimas décadas. La disparidad interterritorial en Thailandia,
es siete veces mayor que en Australia. En Brasil tres Estados del Sur, con un 15
% de la superficie del país aportan un 50 % de la producción total brasileña. En
Egipto, el área metropolitana de El Cairo genera el 50 % del PNB egipcio. Esta
distribución inequitativa se refleja también a escala regional, de manera que
existen dentro de los países, especialmente de los más atrasados, diferencias
regionales muy acusadas. En un país podemos encontrar contrastes similares a los
que separan Noruega de Marruecos. Lo mismo sucede al descender a la escala
local. Dos problemas emergen: 1) Inclusive en los territorios ricos la pobreza se mantiene
y aumenta en determinados lugares. 2) No se ha logrado una difusión sostenible del crecimiento
económico hacia los territorios periféricos atrasados. Inherente al proceso de economías de concentración, son los
flujos migratorios que se dirigen hacia los países más desarrollados, alterando
profundamente los patrones culturales tradicionales. La emigración drena a las
personas más capaces fuera de sus territorios de origen, creando una deficiencia
en recursos humanos emprendedores. De esta manera las regiones pobres se
empobrecen más. Un nuevo problema se consolida en el mundo: el envejecimiento de
la población, más evidente en los países desarrollados y mucho más en las áreas
rurales que en las urbanas. La emigración de los jóvenes agrava el proceso, pues
una estructura por edades envejecida es factor inhibidor para el desarrollo. Las ciudades, como siempre, son los territorios más dinámicos
que concentran la mayoría del PNB. Pero ahora asistimos a fenómenos urbanos
desconocidos anteriormente. Megalópolis como Tokio, Djakarta, Beijing, Shangai,
El Cairo, superan en población a Nueva York, Los Ángeles o París. Estas
megalópolis no están adecuadas en sus infraestructuras para asumir la explosión
demográfica ocasionada por la inmigración. Crecen los barrios periféricos con
sus problemas inherentes: droga, desempleo o habitabilidad deficientes. La
marginalidad crece en términos espaciales y el desplazamiento a los lugares de
trabajo ocupa hasta dos horas a muchos de sus habitantes. El proceso de globalización de la economía, la aparición de
los países emergentes aumenta las disparidades interregionales y los procesos de
convergencia se dificultan. Los analistas de la escuela del Banco Mundial o de
la tradición socialdemócrata europea, consideran que las políticas regionales
son el remedio que permitirá avanzar hacia la convergencia. Se trata de reunir un foro de expertos internacionales, para
analizar las previsibles consecuencias de la crisis mundial en las políticas
regionales en Europa y en los países emergentes. Se abordarán las siguientes
premisas: La reducción del gasto público implica disminución de
recursos para infraestructuras de impacto regional y tal vez una disminución
en los fondos interterritoriales. Para optimizar los recursos disponibles, tal vez sea preciso
modificar el modelo de las políticas territoriales, poniendo énfasis en la
evaluación de los resultados que conduzcan a un desarrollo sostenible
endógeno. Pretendemos afianzar a la red MEDAMERICA como referente en
estudios de desarrollo regional. Contextualización El foro MEDAMERICA se enmarca en el actual
debate sobre la Nueva Política Regional Europea, especialmente en torno a la
Agenda Territorial 2020, que comenzará a aplicarse en el año 2013. Como es
sabido se trata de implementar una nueva metodología para la aplicación de los
recursos de la Política de Cohesión, teniendo en cuenta los nuevos retos que
afronta Europa, para poder aplicar la estrategia de Lisboa: necesidad de actuar
sobre los desequilibrios sociales, favoreciendo la inclusión social, más allá
del PIB, así como afrontar el deterioro del medio ambiente, mediante la
implementación de energías limpias renovables, favoreciendo el transporte
público, para poder combatir el calentamiento global que origina el cambio
climático. Pero entendemos que en un contexto global, las
políticas europeas deben integrarse en un marco geográfico general, que vaya más
allá del territorio de Europa.