Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer nuestros servicios y recoger datos estadísticos. Continuar navegando implica su aceptación. Más información

Aceptar
Volver
18-12-2019

El derrame de productos tóxicos en el río Besós

El derrame de productos tóxicos en el río Besós

El pasado miércoles, 11 de diciembre, se produjo un derrame de productos tóxicos en el río Besós durante el incendio de una industria en Montornès del Vallès que provocó una notoria mortandad de peces. Si bien los peces han sido los que se han hecho visibles en el impacto, el vertido ha afectado al resto de organismos del ecosistema (algas, macrófitos e invertebrados) y los compuestos tóxicos pueden estarse acumulando en la red trófica. A los medios de comunicación, se ha especulado mucho sobre el retroceso del estado de conservación del río y se ha comparado con el deplorable estado en que se encontraba durante la década de los ochenta, cuando fue declarado uno de los ríos más contaminados de Europa. El alcance del impacto, sin embargo, sólo puede ser evaluado a través de estudios científicos.

 

Evaluación del impacto sobre la comunidad de peces

En la comunidad de peces del río Besòs viven siete especies, cuatro de las cuales son autóctonas (la anguila, el barbo de montaña, el bagre y la lisa llobarrera) y tres alóctonas (la carpa, la gambusia y el llopet de río). Una de ellas, la anguila, es una especie catalogada por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) dentro de la categoría "CR" (en peligro crítico de extinción). Debido al derrame ocurrido en Montornés del Vallés, la ACA (Agencia Catalana del Agua, Generalitat de Cataluña) ha declarado la emergencia ambiental en el río Besós y ha encargado al equipo de investigación en biología, ecología y comportamiento en peces de agua dulce de la UB, dirigido por la Dra. Dolores Vinyoles (profesora agregada en la Facultad de Biología), un estudio para determinar el alcance del impacto. El equipo de investigación es conocedor de este ecosistema ya que, por encargo de varias administraciones públicas, está realizando prospecciones periódicas de peces desde el año 2006. En el estudio, que se inicia esta semana, también participarán expertos de otras instituciones (del IDAEA-CSCIC y la UAB).

 

Expectativas sobre la recuperación del río

El equipo de investigación de la UB, a lo largo de los años de estudio en el Besòs, no ha podido constatar la reproducción de las especies de peces autóctonas en el tramo bajo del río. A excepción de la anguila y de la lisa llobarrera, que son especies migratorias que se reproducen en el mar, en el curso bajo del río no se suelen presentar individuos jóvenes nacidos durante el año. Las poblaciones de barbo de montaña y de bagre tienden a estar desestructuradas y estarán constituidas por individuos de un estrecho rango de tamaños. Esto puede ser debido a que la reproducción tenga lugar en tramos superiores de la cuenca (generalmente en mejor estado de conservación) y que la recolonización de peces río abajo se produzca, de manera periódica, por el efecto de las lluvias y por el arrastre de individuos. Los ríos urbanos, como el Besòs, suelen nutrirse de aguas depuradas ricas en nutrientes (compuestos nitrogenados y fosfatos) y en compuestos emergentes (productos farmacéuticos, entre otros). Todos estos compuestos, con el tiempo, acaban por producir afecciones crónicas que acortan la vida de los peces y dificultan la reproducción. Los ríos urbanos, por tanto, son ecosistemas muy vulnerables. Es por ello que se hace muy difícil predecir cuánto tiempo tardará el ecosistema en recuperarse pero las condiciones ambientales del río han mejorado sustancialmente en relación a las que presentaba el río hace 30 años, lo que permite tener unas expectativas moderadamente optimistas con respecto al período de recuperación del tramo afectado a un estado similar al de antes de este impacto. Las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDARs) seguirán funcionando, las administraciones públicas seguirán trabajando para recuperar y mejorar el ecosistema, y ​​la ciudadanía seguirá velando por este río que discurre, en buena parte, por un paisaje urbano e industrial que necesita que tengamos un especial cuidado.

 

Dolors Vinyoles

Profesora Agregada. Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales (BEECA). Facultad de Biología