Educación para la salud

Educación para la salud

 

La Unidad de Estancias en Prácticas Tuteladas de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, sensible a la necesidad de preparar futuros licenciados y graduados en Farmacia competentes en la atención al paciente, ha incorporado al plan docente de la asignatura un programa educativo, orientado a la población y a los pacientes, que promueve el conocimiento, las habilidades y las actitudes para el uso correcto de los medicamentos. Este programa, que llevan a cabo los profesores de la asignatura en colaboración con los tutores de los centros receptores, permite los alumnos  desarrollen más de 100 sesiones educativas, por curso académico, en la comunidad. Esta actividad  favorece la  adquisición de competencias transversales para la atención al ciudadano ,tales como, comunicación empática, liderazgo, autonomía  y creatividad y, a la vez, competencias específicas en el manejo de los pacientes: educación al paciente en sus tratamientos farmacológicos, interpretación y comprensión de los problemas de salud de los pacientes, elaboración escrita de información farmacéutica y comprensión de la “práctica colaborativa farmacéutica” en términos de mejorar los resultados en salud de los pacientes. Este programa de innovación docente impulsado por la coordinadora de la asignatura, se ha ajustado a las recomendaciones del documento “Developing Pharmacy Practice: a focus on patient care”  elaborado conjuntamente por  la  O.M.S. y   la  FIP (2006).Es una práctica innovadora y la primera experiencia en las Facultades de Farmacia de España de aproximación al paciente desde la vertiente educativa a la comunidad.

El alto grado de satisfacción que ha expresado la población y pacientes, así como el informe de valoración de la experiencia que han redactado los alumnos, nos permite afirmar que esta acción educativa, de carácter continuista, aporta valor social al farmacéutico y su implantación generalizada permite impulsar en los planes docentes de las Facultades de Farmacia el papel educador sanitario del farmacéutico en la comunidad y supone una ventaja diferencial que permite avanzar en la mayor y mejor atención al paciente en su ámbito social.

El análisis de los resultados obtenidos refleja que emociones cómo: motivación, confianza y autoestima profesional generadas en este programa, potencian la dedicación de los futuros farmacéuticos al cuidado del paciente. Este modelo, de fácil aplicabilidad en la formación del farmacéutico como asesor de salud, es una adecuación a las recientes recomendaciones de la OMS y de la Federación Internacional de farmacia (FIP).

 

 

 

 

 

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