El interés por las semillas y frutos hallados en los yacimientos arqueológicos, entendido como vía de conocimiento de la alimentación, la economía agrícola y el medio vegetal antiguo ha deparado en la arqueología peninsular una variada serie de estudios. En este trabajo se realiza un estado de la cuestión de las plantas cultivadas en la zona catalana. Además, se valora, en su justa medida, la importancia de la disciplina paleocarpológica para la comprensión de la economía agrícola protohistórica, y al mismo tiempo, se contrastan y se valoran las aportacions de otras disciplinas y estudios especializados.

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