Los incendios forestales y la superficie quemada en Cataluña disminuyen desde 1970, pese al aumento de las temperaturas y otras variables climáticas que elevan el riesgo de incendios. Este descenso producido gracias a las medidas de gestión del fuego y a las campañas de prevención y concienciación de la población, según revela un estudio liderado por la Universidad de Barcelona (UB) y el Consejo Nacional de Investigación (CNR, Italia), publicado en la revista científica Climate Change. Los investigadores aplicando un modelo matemático que permite discernir la influencia de las variables climáticas y las medidas humanas de mitigación en los incendios forestales. Además, también utilizan esta metodología para calcular cómo afectará el cambio climático a los incendios forestales, y si bien prevén un aumento de los incendios en los próximos años, también destacan un descenso en las hectáreas quemadas.
El trabajo, uno de los primeros estudios sobre predicción de incendios forestales, está firmado por la profesora del Departamento de Astronomía y Meteorología de la UB: Maria del Carmen Llasat y los investigadores del Instituto de Ciencias Atmosféricas y del Clima (ISAC): Marco Turco, Jost von Hardenberg y Antonello Provenzale.